Aborto, excomunión automática: cardenal
La sociedad que acepta y legaliza la interrupción del embarazo está enferma, afirmó el cardenal Norberto Rivera, quien recordó que la mujer que aborta y quienes le ayudan a ello quedan excomulgadas.
A propósito de una resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que prohibió toda experimentación con fines comerciales del embrión humano desde el momento de la concepción, indicó que esa decisión echa por tierra el argumento de los abortistas de que el feto "todavía no es humano".
"Esto nos hace ver con toda claridad que cuando se habla del aborto no se trata de un tema de derechos de la mujer, como tramposamente se maneja en el discurso de los abortistas, sino del valor de la vida humana y su respeto".
En una entrevista al semanario "Desde la fe", órgano de difusión de la Arquidiócesis Primada de México, Rivera recordó que "es claro que el efectivo reconocimiento del derecho a la vida debe ser la primera garantía fundamental que debe estar garantizada en el ordenamiento civil de una sociedad justa".
Respecto al título del texto "Mujeres que abortan ¿merecen ir a la cárcel?", el cardenal Norberto Rivera expuso que como cualquier otro homicidio, el aborto debe considerarse como un delito que afecta el bien común social y tiene por tanto que ser sancionado.
Ahora bien, como todo precepto legal la situación extrema del estado de necesidad o la legítima defensa establecen un límite en el que puede no aplicarse la pena, indicó en un extenso texto de preguntas y respuestas.
De hecho, el arzobispo primado de México recordó que en casi todas las legislaciones el aborto no es señalado como delito cuando se pone en riesgo la vida de las mujeres. Sin embargo, el jerarca religioso sostuvo que es falso que el aborto sea un problema de salud pública y destacó que actualmente la ciencia médica es capaz de curar a las mujeres sin necesidad de recurrir a la muerte del bebé por nacer, así que tampoco se justifica el llamado aborto terapéutico.
En el plano secular "la Iglesia no sugiere que las mujeres que abortan sean sancionadas con la cárcel (...), sino más bien que las leyes reflejen y promuevan el ethos social que desaliente su práctica", puntualizó. En este sentido refutó a quienes pretenden justificar el aborto como parte de una estrategia contra la violencia y la delincuencia, al reiterar que las agresiones no se combaten con más violencia y que sólo el amor y la caridad sanan verdaderamente al ser humano.
En el plano espiritual los casos en los que el aborto es libremente querido y con conciencia plena, recordó el Derecho Canónico dispone la excomunión automática, sin necesidad de que la autoridad eclesiástica emita algún decreto.
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