México, DF.- Las promesas son para cumplirse. Pero a este paso, las que hizo el América quedarán sólo en intenciones. Pachuca se metió al estadio Azteca para hacer lo que mejor le sale, ya que desde el Apertura 2006, no pierde en esta cancha. Le ganó al América 0-2 e hizo que el equipo local saliera abucheado por su afición. En la primera parte, Yulián Anchico abrió el marcador y en la segunda, Édgar Benítez definió todo. América necesitará más que declaraciones rimbombantes para cumplir lo prometido, hoy está lejos de acercarse a esas predicciones que han hecho.
Tuzos hizo apenas lo suficiente para irse arriba en el marcador durante el primer tiempo; América realizó hasta más, pero los dos goles que marcó le fueron anulados por supuestos fuera de lugar.
El juego en su primera mitad no cumplió con las expectativas, sobre todo porque las Águilas no supieron hacerse notar como locales; los de Hidalgo, bien parados en defensa y con chispazos al frente, metieron la segunda que tuvieron por medio del debutante Yulián Anchico, y de eso se agarraron para tratar de robar los tres puntos. El gol de los hidalguenses fue a los 24 minutos, después de un garrafal error de “El Topo” Valenzuela.
Enseguida, América recordó que el campeonato había iniciado, las bandas comenzaron a trabajar y el peligro sobre la meta del colombiano Miguel Calero se hizo presente, pero el tino, mal eterno americanista, no fue el correcto.
Nicolás Olivera, el flamante refuerzo crema, se hizo notar más por labores de sacrificio, que por generar peligro, trabajo que recayó en un Daniel Montenegro demasiado acelerado.
En la segunda parte, las Águilas salieron desbordadas, pero de buenas intenciones no se vive en el futbol. Por más que se hizo del balón y echó al Pachuca a su campo, Miguel Calero no tuvo verdadero peligro sobre su campo. Con el tiempo encima, América se partió, ya no se avanzaba en conjunto, ya no se llegaba como equipo a tratar de empatar. Extrañamente, la entrada de Dani Márquez como ¡enganche! abrió un poco el panorama, pero desfondó la zona defensiva y Édgar Benítez partió desde tres cuartos de cancha, para después de una pared con Arizala, fusilar otra vez a “Paco Memo” Ochoa.
La inmediata reacción de Manolo Lapuente fue sacar a sus estrellas (Sánchez y Montenegro) y meter a los “estrellados” (Esqueda y Jagger Martínez) para buscar el milagro y el dominio americanista comenzó, pero más que nada por el repliegue de los pachuqueños que por buen futbol local.
Al silbatazo final, Manuel Lapuente se fue abucheado y la porra gritaba a los de amarillo: “Quítense la camiseta, si no la van a sudar”.
El delantero Vicente José Matías Vuoso deja la cancha del Estadio Azteca cabizbajo, luego de la derrota del América ayer contra los Tuzos del Pachuca. (Jammedia)
