Trabajando. Un folleto religioso junto al charco de sangre de Juan Antonio Hernández Marrufo. El ahora occiso bajaba de un camión de ruta, en donde ofreció en venta los folletos, cuando fue atacado. EL SIGLO DE TORREÓN
Un hombre fue muerto a tiros cerca de la una de la tarde de ayer en la avenida 5 de Mayo y privada Luis Echeverría de la colonia Felipe Carrillo Puerto, de Gómez Palacio.
De manera extraoficial se informó que tras el asesinato se desató una persecución entre policías y presuntos agresores, pero más tarde se aclaró que fueron eventos distintos.
Tras el reporte, el agente del Ministerio Público de la Vicefiscalía de Justicia Región Laguna I, se constituyó en el lugar de los hechos para realizar el levantamiento del cadáver.
El occiso fue identificado como Juan Antonio Hernández Marrufo, de 37 años.
Según las primeras indagatorias, el occiso se encontraba vendiendo folletos religiosos en los camiones de ruta cuando al bajar de uno, fue atacado por un solitario sujeto. En el lugar se levantaron tres casquillos percutidos .38 súper.
Autoridades informaron que al parecer, el agresor se fue del lugar a pie, pues a la hora del ataque, el tráfico vehicular de la 5 de Mayo es difícil.
El cuerpo presentó un impacto de arma de fuego en la cabeza. Fue trasladado al Semefo de la Vicefiscalía para la práctica de la necropsia de ley y más tarde fue identificado por sus familiares.
Reportes periodísticos señalan que Hernández Marrufo estuvo internado en el Cereso de Torreón nueve años y dos más en el de Saltillo a donde fue trasladado por cometer delitos contra la salud.
El ahora occiso recuperó su libertad el 21 de septiembre del año pasado.
Los primeros informes dados a conocer por las autoridades señalaban que luego del ataque, se desató una persecución entre policías y agresores que culminó con el aseguramiento del vehículo en el que viajaban en la Plaza de Armas.
Sin embargo, en el transcurso del día, se aclaró que el vehículo asegurado fue robado el 18 de febrero y que la persecución se desató cuando policías les marcaron el alto a los tripulantes.
La confusión se debió a que la movilización de los policías para efectuar la detención de los presuntos ladrones de autos, se registró a la par de la agresión que sufrió el ahora occiso.
El vehículo robado, del cual no se proporcionaron las características y los detenidos, fueron consignados al Ministerio Público, pero no fueron dados a conocer.