La lucha contra el crimen organizado ha llevado al país a un "estado de emergencia y crisis" por el aumento de la violencia, coincidieron ayer organizaciones no gubernamentales.
Alejandro Martí, presidente de México SOS, dijo que la inseguridad en México acarrea problemas "que parecen incontrolables" en materia de violencia y derechos humanos.
"México está lacerado", dijo Martí al participar en el Foro Ciudadano sobre Seguridad, Justicia y Legalidad.
Mario Arroyo, especialista del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad, dijo que el país "es rehén de la delincuencia y de las pugnas políticas que impiden el consenso para una estrategia nacional para reducir la criminalidad".
Según Arroyo, existe la posibilidad de más violencia si las protestas sociales no se convierten en una estrategia contra el crimen,
Héctor Larios Santillán, del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, propuso enfocar las acciones gubernamentales contra el crimen en los cinco delitos que preocupan más a la sociedad según encuestas: robo de autos, negocio, casa-habitación, secuestro y extorsión.