Efectos del desastre. El ministro japonés Naoto Kan tiene suspendida la agenda. EFE
El Gobierno japonés ha dejado en el aire prácticamente todos sus planes económicos, desde la rebaja del impuesto de sociedades hasta su incipiente apertura al comercio, a causa del tsunami y terremoto del pasado 11 de marzo. El primer ministro, Naoto Kan, ha conseguido aprobar a tiempo un presupuesto récord de 800.170 millones de euros para el año fiscal que comienza mañana, 1 de abril, pero este ejercicio va a verse monopolizado por las consecuencias del mayor desastre natural vivido por Japón desde Kanto en 1923.
En abril diseñará un primer presupuesto de emergencia por al menos dos billones de yenes (17.130 millones de euros) destinado a construir viviendas temporales para los damnificados y reparar infraestructuras en la costa noreste asolada por el tsunami. Analistas estiman que los costos del desastre serán de 310 miil millones de dólares.