La severa sequía en el estado pone en riesgo a los hatos ganaderos y podrían morir cerca de 12 mil reses, advirtió el presidente de la Unión Ganadera Regional del Oriente de Yucatán (Ugroy), Luis Cepeda Cruz.
A pesar de que los productores se prepararon para la temporada de calor y escasez de lluvias al comprar alimentos y vacunas, hay un retraso en las precipitaciones pluviales, los pastizales no crecen y las reses pueden comenzar a “caer poco a poco por falta de agua”.
De 4 mil 500 ganaderos en el oriente del estado, sólo 10% tiene sistemas de riego, mientras que el resto no cuenta con pivotes para regar los pastizales y así no depender de las lluvias, y éstos son los que corren el riesgo de perder animales, sostuvo.
Otro problema que enfrentan los ganaderos son los incendios forestales, ya que hasta el momento más de 60 ranchos han sido afectados por el fuego; hay alrededor de 20 quemados por completo y 40 más que sufrieron graves daños.
Hay más de 40 animales muertos por el fuego que ha sido devastador en el oriente del estado, un rancho fue quemado por completo y 30 de sus reses quedaron bajo el incendio y apenas lograron salvar algunos ejemplares que son atendidos para su recuperación, de acuerdo con el dirigente.
Mientras no comiencen a caer las lluvias no se disipará la amenaza de muerte de las reses y el peligro que corren junto con los ranchos de ser presas de los incendios.
“Los hatos se ven flacos, han perdido peso y calidad en sus carnes, a pesar de los alimentos balanceados que los ganaderos proporcionan a sus animales”, señaló el dirigente.
Cepeda Cruz externó que la situación es similar a la de 2009, cuando murieron 12 mil reses; en 2010 no hubo problema porque las lluvias se dieron en buen tiempo.