Foto: RAMÓN SOTOMAYOR
En la historia de Gómez Palacio es la segunda mujer al frente de la Presidencia Municipal. Actualmente es la única mujer responsable del segundo municipio de mayor población que conforma la Zona Metropolitana de La Laguna.
De un carácter fuerte, Rocío Rebollo Mendoza considera su condición de mujer como una ventaja y no como una debilidad.
Su carrera en el servicio público nació el mismo año que perdió a su padre, Don José Rebollo Acosta (dos veces electo alcalde de Gómez Palacio), quien fue pilar fundamental en su formación.
Rocío no busca hacer amigas en la función pública sino a las mejores colaboradoras.
Antepone sus compromisos labores a los aspectos personales y no cree en las cuotas de género.
"Lo que siempre tuve muy claro es que no quería estar en un negocio encerrada. Por eso no estudié Administración de Empresas ni Contabilidad, estudié Comunicación para no caer en la rutina, me gusta lo diversificado", explica.
En 1996 fue secretaria particular del alcalde interino de Torreón, Coahuila, Salvador Jalife García.
El último cargo antes de ser alcaldesa fue el de secretaria de Desarrollo Social del Estado de Durango (2008-2009).
"El más apasionante de los trabajos creo yo es el trabajo municipal", dice luego de 15 años de trayectoria en cargos públicos:
¿Cómo califica la experiencia de estar en el servicio público?
Muy buena, yo siento que a mí siempre me ha ayudado mucho el ser mujer, cuando algunas personas dicen que es una desventaja, yo digo que es un plus, sobre todo con el tipo de carácter que tengo yo porque toda mi vida me he relacionado básicamente con puros hombres, pero creo que si yo hubiera sido hombre no habría avanzado tanto porque habría sido uno más. Uno como mujer se puede dar el lujo de decir muchas cosas que los hombres no se atreven a decir ni pueden decirlo siempre dentro del respeto.
¿Cómo se da a respetar en un ambiente donde hay muchos hombres?
Una cosa que yo cuido mucho es la vestimenta, las que andamos en el servicio público, porque generalmente se piensa -creo que antes más que ahora- que uno llega a puestos públicos o puede ir subiendo en base a otras situaciones, entonces se tiene que ser cuidadoso en la manera de vestir y de comportarse, uno tiene que demostrar que está ahí por su inteligencia y por su capacidad y eso te hace ser más dura y firme para que no se dude el porqué estás donde estás.
¿Cómo se logra eso?
En mi caso a mí me pesaba el apellido y no quería trabajar en Gómez por la cuestión de que si está en tal cargo por ella, por Rocío o por su papá, entonces por eso trabajé de aquel lado (Torreón) para demostrar que estaba ahí por mí.
Yo siento que lo peor que nos puede pasar a las mujeres es no sentirnos capaces y que por eso dejamos pasar muchas oportunidades y lo podemos disfrazar de que 'es que no tengo tiempo', 'es que mis hijos', pero lo que realmente nos está frenando es el temor a enfrentar alguna situación, la inteligencia no es por género aunque sí tenemos unas habilidades mayores las mujeres en muchas cosas, como el que podemos hacer varias cosas al mismo tiempo.
¿Qué factores limitan a las mujeres en Política?
La forma de relacionarse, los hombres terminan una junta y pueden tomarse un trago. Uno de mujer... al menos a mí no me vas a ver así, y en ese tipo de reuniones ellos afianzan lazos de amistad y coordinación y como mujer no entras. Entonces la manera de entrar a un círculo y ganarse el respeto en política para una mujer es en base al trabajo.
¿Qué falta para que se abran más espacios a las mujeres en la Función Pública?
Que seamos más solidarias. Muchas veces somos entre nosotras las que más nos ponemos trabas, es una realidad, es tristísimo que en vez de ayudar a una compañera mujer a subir somos las primeras en estar señalando en qué se equivocó, qué hizo mal y también las primeras en difamar de que 'es la novia de fulano', yo creo que cuando uno va subiendo uno va jalando.
El otro factor importante es la falta de preparación, desafortunadamente hay egresadas que no tienen el motor ni iniciativa para andar en esto...una actitud de trabajo.
Las mujeres somos las que movemos al mundo, en tiempo de elecciones la mayoría de las promotoras somos mujeres, pero pasa que cuando las quieres ayudar no tienen el nivel de preparación para ser funcionarias y por eso es que hay que capacitarnos.
→ ¿Qué sacrificios demanda la Administración?
Lo personal. Básicamente dejar a mi familia, dejar a mi hijo en lo particular. Mi hijo acaba de cumplir 9 años y sí me reclama la falta de tiempo, incluso más que cuando yo estaba en Durango, porque demanda más tiempo la Presidencia, ese es el sacrificio. También dejé mis clases de baile que son a las 8 de la mañana pues a esa hora ya ando trabajando, pero vale la pena la verdad, a mí me apasiona lo que hago, me encanta, hay días muy difíciles, pero todo tiene un balance y mientras esté convencida de que lo que hago no es lo más populista, pero es lo más correcto, lo voy a seguir haciendo.
¿Alguna vez sufrió discriminación por ser mujer?
No, ni tampoco acoso sexual. No sé si es por mi carácter o por mi manera en cómo me presento, yo creo que me tienen miedo, han de decir 'a ésta le digo algo y me cachetea'. (risas)
¿Cuál es su mayor aspiración?
Hacer muy bien lo que estoy haciendo ahorita, yo quiero dejar una huella como una excelente, si no, como una mejor presidenta municipal de Gómez Palacio. Yo no entiendo a la gente que llega a un puesto y está pensando en el siguiente. No funciona así, mientras tú hagas bien lo que te toca hacer en este momento sólo se te va dando.
Yo jamás he trabajado buscando el paso que sigue, si funcionas bien te dan la oportunidad de hacer otra cosa y yo voy a terminar primeramente Dios muy bien.