El ex administrador y ex jefe de operaciones de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Michael Braun, señaló que los cárteles mexicanos están adoptando estrategias muy parecidas a las de grupos terroristas.
En entrevista, explicó que las bandas criminales se han dividido en células para frustrar la posibilidad de que los cómplices que sean detenidos revelen datos a las autoridades.
“Si una célula es capturada, solamente conoce a los otros miembros de su círculo y el tipo de actividad en la que están involucrados, y están imposibilitados de proporcionar información valiosa para atacar a la gran organización”, indicó Braun.
Agregó que las células subordinadas son usualmente responsables de proporcionar sólo un “servicio”, como transportación de drogas y dinero, distribución, “lavado” de dinero o asesinato de autoridades.
El ahora director de la consultoría Grupo Internacional Spectre también mencionó que el crimen organizado invierte recursos millonarios en tecnología de última generación y en corromper a las autoridades.
Refirió que utilizan los productos más novedosos para coordinar y dirigir las actividades de sus subalternos alrededor del mundo y para mover contrabando con exactitud.
Desde su perspectiva, los narcotraficantes mexicanos son los más sofisticados y peligrosos que el mundo “jamás haya conocido”.
Consideró que el gobierno mexicano debe ganar la guerra contra los cárteles o la vida cambiará en ambos lados de la frontera de México y Estados Unidos.