Como un "enfermo terminal" consideran productores de leche de Baja California a su sector, debido a que se encuentra a punto de desaparecer "por la descapitalización que enfrentan y los bajos precios que les pagan los industriales por cada litro del lácteo".
Javier Jiménez Serrano, presidente de la Asociación de Productores de Leche en Tijuana, expuso lo anterior y aseguró que algunos empresarios han recurrido al sacrificio de las vacas, al grado de que este año se redujo 40% la entrega de leche a las plantas procesadoras. "Somos 'enfermos terminales', en medicina prácticamente se refiere a una enfermedad que ya no tiene solución. En este momento seguimos en el diagnóstico", dijo.
Explicó que los altos costos de operación es lo que ha generado el problema, en particular el incremento del precio del forraje que en un año casi se duplicó y aún sigue subiendo.
Al reconocer la crisis que enfrentan y ante manifestaciones del sector lechero de desmantelar sus establos, el Congreso bajacaliforniano propuso buscar un esquema para reactivarlos. Los productores esperan que la próxima semana se les presente alguna propuesta para aclarar el problema.
El desmantelamiento del sector implicaría el sacrificio del ganado, el cual se estima en 25 mil cabezas sólo en la zona Costa de Baja California, donde se produce 95% de la leche que se procesa en la entidad (incluye Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito).
Los productores piden que se les indemnice con 15 mil pesos por cada animal que sea sacrificado, de ahí que los diputados analizan invertir en la reactivación del sector antes de desaparecerlo por completo.
Jiménez Serrano aseguró que cada semana la situación se agrava y no se limita a la zona Costa; en Mexicali también están recurriendo a la venta del ganado para consumo de carne y hay establos en desmantelamiento.
