De acuerdo a la ruta crítica prevista, a finales del mes que corre el pleno de la Comisión Federal de Competencia desahogará el recurso de reconsideración planteado por Telcel frente a la megamulta impuesta por la instancia, en un escenario en que se jugará algo más que una montaña de billetes: la credibilidad de ésta
Colocados en la mesa sólo tres de los cinco comisionados, tras la recusación, léase exclusión, del presidente Eduardo Pérez Motta, y la excusa de otro de ellos, Agustín Navarro Gergely, para no incurrir en conflicto de interés, la decisión de ratificar la sanción pecuniaria de casi 12 mil millones de pesos se tomará por mayoría de sólo dos votos.
En concordancia a la lógica, la ética y aún la estética, Telcel, es decir Radiomóvil Dipsa, tendría ganada la partida, dado que dos de los tres comisionados, es decir, Miguel Flores Barnés y Luis Alberto Ibarra, se opusieron al castigo por supuesta reincidencia en prácticas monopólicas relativas por parte de la firma de telefonía móvil.
Su obligación, pues, sería ratificar sus criterios para evitar, justo, el ser acusados de actuar como simples defensores de oficio de la firma del magnate Carlos Slim.
Sin embargo, del otro lado de la moneda se les podría acusar de maniobras oscuras para favorecer, otra vez, justo, la causa de la empresa hegemónica, al haber impuesto su mayoría relativa para sacar de la jugada el voto de calidad de Pérez Motta.
Por lo pronto, la suspicacia ya los señaló, en la presunción de actuar con dos pesas y medidas en la sesión en que se decidió la recusación del presidente del organismo.
Colocadas en la mesa dos solicitudes de Telcel para excluir de la votación a Pérez Motta, en una se le dio el sí y en otra el no. Este, pues, sale de la mesa en la discusión de la megamulta, pero se queda en otra en que se debatirá si se declara a Telcel firma dominante en el campo de la interconexión, lo que exigiría aplicarle una regulación especial.
¿No se le acusó de estar sesgado contra Telcel? ¿No se dijo que tenía animadversión hacia la firma? ¿No que había perdido la objetividad?
De hecho, en una insólita defensa pública frente a su recusación, Pérez Motta había manifestado su desacuerdo frente a la medida, alegando que no realizó declaraciones que pusieran en entredicho su imparcialidad, sino habló, en tal caso, de la posición de la mayoría del pleno.
Más allá, argumenta que sus declaraciones se refirieron a un caso cerrado en la fase previa a la entrada en vigor de una reforma que impide al pleno o a cualquiera de sus miembros pronunciarse públicamente, "hasta que se haya notificado al agente económico investigado la resolución".
Las declaraciones, dice letra por letra Pérez Motta, se hicieron semanas después de la notificación a Telcel de la acusación que pesaba en su contra.
Adicionalmente, tras calificar de errónea la decisión de excluirlo, el comisionado presidente de la CFC señala que el criterio utilizado no ha estado nunca entre los impedimentos que prevé el artículo 40 del reglamento interno del organismo.
Las entrelíneas, pues, hablarían de parcialidad... de la contraparte.
Sin embargo, tras el golpe Pérez Motta intenta la sobada: "Tengo absoluta confianza en que mis compañeros tomaron la decisión de recusarme exclusivamente sobre la base de sus convicciones personales, sin atender a presiones ni a tentaciones de ninguna especie".
Ahora que los comisionados de la discordia alegan a su vez que el escenario en las dos solicitudes de recusación contra el presidente del organismo por parte de Telcel es diametralmente distinto, dado que en un caso había evidencia suficiente para condenar a Pérez Motta al hacer pública su intención de voto en una sesión crucial, y en el otro se trataba sólo de una resolución preliminar que no tendría consecuencias definitivas.
Lo cierto es que el embrollo coloca en posición aún más incómoda a Telcel, dado que se le acusaría de maniobrar con argucias para evitar el llegar al fondo del asunto.
El volado está en el aire.
Finalmente, colocada en punto de ebullición la presión de la opinión pública, Petróleos Mexicanos optó por un camino intermedio en la posibilidad de darle carpetazo al caso de Mexicana de Lubricantes: Abrir un espacio de seis meses para analizar su accidentada relación con la empresa de capital mixto, evaluando la posibilidad de recuperación de las colosales pérdidas documentadas.
Transcurrido el plazo, bajo el cual se suspenderían los litigios cruzados por las partes, se decidirá si se abre una nueva relación comercial o se compra la participación mayoritaria de la Impulsora Jalisciense en la firma productora de aceites y lubricantes.
La decisión llegaría en la antesala de vencerse los privilegios concedidos a la empresa durante 20 años, entre ellos la exclusividad para vender los productos Mex Lub y Akron en la red de estaciones de servicio o gasolinerías de la paraestatal.
Por lo pronto, regresarán a la cancha los contratos de suministro que habían sido suspendidos.
BALAS DE SALVA
Colocada como su carta fuerte para vencer por nocaut a la cadena de restaurantes Italianni's en el último round de un pleito de tres años, a la empresa de franquicias Alsea le falló la posibilidad de obtener una prueba de cargo contra su rival.
Estamos hablando del testimonio de Bancomer de que al momento en que se firmaría el contrato de compra-venta de los 39 restaurantes de la firma las acciones de éstos estaban embargadas por un adeudo.
La operación se finiquitaría el tres de junio de 2008... y, según el testimonio del banco, el día anterior los papeles se liberaron de gravámenes al cubrir la firma "Amigos de San Ángel" el monto que se adeudaba.
EL TIRO, PUES, FALLÓ
Como usted sabe, Italianni's ha ganado hasta hoy dos instancias que validan el contrato de la discordia, una de un juez y otra de un tribunal colegiado.
El último round se juega vía la apelación planteada por Alsea a la resolución de éste.
SÍ-SE-PUEDE En el inaudito de la temporada, hete aquí que la Telefónica México acaba de lanzarle un reto a Telcel al reducir su tarifa para servicio de Internet en su modalidad de prepago en 40 por ciento, para igualar una oferta de ésta.
El nuevo precio será de 1.98 pesos por minuto.
La filial de Teléfonos de México había bajado de 3.58 a 1.30 pesos la tarifa de prepago.
La tirada de la firma encabezada por Francisco Gil Díaz es llegar a un millón de clientes en lo que resta del año.
MEXICHEM-PEMEX
La anunciada inversión de Mexichem para consolidar una sociedad con Petróleos Mexicanos en petroquímica apunta a la fabricación de cloruro de vinilo, la materia que está sustituyendo al vidrio como envase de refrescos y jugos de frutas.
El producto permite además la fabricación de tuberías, resinas y pinturas.
Durante el primer año de operación de la planta, en cuya apuesta se invierten 556 millones de dólares, se llegará a una producción de 24 mil toneladas.