Un reto. Barack Obama se enfrenta hoy a uno de los panoramas más adversos de su carrera política, por un lado una economía que no le favorece y la más baja tasa de popularidad.
Aunque el presidente Barack Obama prepara su propuesta inicial para una reducción a largo plazo de la deuda estadounidense, la Casa Blanca desea enfocarse en la creación de empleo y está resuelta a evitar otra larga disputa presupuestaria con los legisladores. Las autoridades consideran necesario ocuparse de los déficit, pero no necesariamente de una manera urgente, en comparación con la exigencia de reanimar la economía e incrementar el empleo.
La Casa Blanca también considera este como el momento para marcar contrastes con los republicanos, cuyas tasas de aprobación popular son más bajas que las de Obama. En consecuencia, cuando Obama anuncie hoy lunes propuestas para la reducción del déficit en unos dos billones de dólares es previsible que no ofrezca todos los compromisos que acordó en julio con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, cuando se interrumpió el diálogo.
"Yo vería esto como la visión del presidente de la forma como podemos lograr la reducción del déficit, y que es distinta inherentemente al tipo de negociaciones legislativas que sostuvimos con el presidente de la Cámara de Representantes durante los primeros meses del tercer trimestre", dijo el director de prensa de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer. El plan representa un apoyo financiero a la propuesta de Obama que incluye reducciones de impuestos y obras públicas nuevas por 447,000 millones de dólares, como medida de corto plazo para estimular la economía y crear empleos. Obama remitirá la iniciativa a una comisión conjunta especial del Congreso ante la tarea de recomendar cómo reducir los déficit en un período de 10 años. Se busca una reducción de entre 1,2 y 1,5 billones de dólares.
La Casa Blanca destacó el sábado su enfoque cuando puso de relieve una propuesta en el plan del presidente y la cual fija una tasa impositiva mínima para los contribuyentes con ingresos por más de un millón de dólares.
Se espera que Obama busque una nueva base fiscal para los ricos para asegurar que los millonarios paguen al menos el mismo porcentaje que los contribuyentes de ingreso medio.
Un funcionario de la Casa Blanca informó el sábado que la propuesta sería incluida en el plan a largo plazo para reducir el déficit que anunciará el lunes. La fuente habló bajo condición de anonimato debido a que el plan no ha sido oficialmente anunciado.