Fraudes. Se cree que hay empleados bancarios que pagan de su propia bolsa el monto de un cheque con el objetivo de guardarlo, modificarlo y posteriormente cobrarlo por una mayor cantidad.
Un cheque girado por tres mil 600 pesos podría ser cobrado por 83 mil 600, dejando al propietario con la cuenta semivacía.
El delegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, Francisco Esparza Hernández, informó que, de la última semana de febrero a la fecha, se han registrado al menos cinco casos de personas que han sido defraudadas.
El modus operandi en estos robos consiste en retener un cheque por una cantidad menor, por ejemplo 25 mil pesos, que es cobrado en la ventanilla de algún banco pero no es cargado a la cuenta del girador sino hasta 10 días después.
Cuando se detecta un depósito en la cuenta, el saldo se incrementa y los empleados bancarios aprovechan para hacer la transacción usando el cheque que habían estado "guardando".
Previamente el documento es sometido a unos químicos que levantan la tinta de la cantidad escrita con número y letra; la firma es protegida para que no sufra ninguna alteración y el papel no se daña al ser de alta resistencia.
De esta forma, convierten un cheque de 25 mil pesos en uno de 125 mil y se extrae el dinero de la cuenta. "No es un acto de la institución financiera, ordenado o sugerido por ellos, pero lo que sí sospechamos es que debe estar involucrado algún empleado que pudo haberse infiltrado para hacer esto, o bien, alguien que se corrompió", mencionó el Delegado de la Condusef.
Ante estos fraudes que se registran en la entidad se alertó a los usuarios de servicios financieros a que sean cuidadosos y monitoreen frecuentemente sus cuentas. "Porque algunas personas se enteraron hasta que les rebotaron los cheques por falta de fondos", lamentó.
Declinó dar los nombres de las instituciones bancarias que han registrado casos ya que se está en proceso de investigación. Se les está llamando a audiencias de conciliación en donde se presentan las pruebas y testimonios de los beneficiarios y en las que se ha encontrado que los cheques fueron pagados sin la autorización de algún funcionario del banco. Tampoco han sido cobrados por los beneficiarios; se trata de documentos endosados. Se prevé que, en los casos que están en proceso, las instituciones bancarias absorberán la pérdida.