Aunque pareciera lo contrario, no todo está perdido para el América, pues por difícil que parezca conseguir un resultado positivo el próximo sábado ante el Cruz Azul en el denominado Clásico Joven, el conjunto de Coapa es ‘Grande, muy Grande’ en el estadio Azul.
Aunque pareciera lo contrario, no todo está perdido para el América, pues por difícil que parezca conseguir un resultado positivo el próximo sábado ante el Cruz Azul en el denominado Clásico Joven, el conjunto de Coapa es ‘Grande, muy Grande’ en el estadio Azul. Al menos así lo indican las estadísticas.
Y es que la escuadra azulcrema se ha adueñado de terreno celeste, pues en los últimos diez enfrentamientos disputados en el inmueble ubicado en avenida Insurgentes, contando uno de Semifinales, América presenta un avasallador conteo de seis triunfos, por tres empates y únicamente un tropiezo.
De hecho, la única victoria del cuadro local fue hace un año en el Apertura 2010 con un pobre marcador de 1-0, partido en el que con un tanto de Christian Giménez al minuto 52, el Azul por fin pudo presumir un triunfo en casa ante los azulcremas.
A partir de ahí, el dominio ha sido imponente por parte de las Águilas, que no veían una derrota como visitantes desde el Verano de 2002, cuando La Máquina se impuso por 2-0 con goles de Cesáreo Victorino y Sebastián Abreu.
El Apertura 2011 ha sido fatal, devastador y sin precedentes para un equipo considerado de los más importantes de nuestro futbol, su pobre desempeño y escasa cosecha de puntos que los tienen ubicados en el penúltimo sitio general con 15 unidades son sólo una pequeña muestra del fatalismo que se vive en el seno americanista, en donde no sólo lo deportivo ha sido foco de fuertes críticas, sino también lo sucedido al interior de la institución con destituciones técnicas, de directivos, declaraciones polémicas y separación de jugadores.
El ambiente no podía ser peor para el América, que, a pesar de todo esto, ve un rayo de luz al final del túnel al ver estas estadísticas, mismas que podrían jugar a su favor en cuanto a lo anímico, pues una victoria ante un rival de abolengo como lo es Cruz Azul podría significar recuperar un poco del orgullo perdido y así poder darle una pequeña alegría a una afición molesta y con justa razón dolida que exige a gritos una renovación en el equipo de sus amores con miras ya, en el siguiente torneo.
