Profesión. Ana cuenta que de no haberse dedicado a la actuación lo hubiera hecho como músico.
La actriz Ana Layevska, quien dice que no habría sido actriz si no hubiera llegado a México, compartió al público de una famosa revista en la que posó, que goza de un "don" para darse cuenta si una persona vale la pena o no, y aseguró que no le falla.
La actriz de telenovelas como Amor Gitano, El Juego de la Vida, posó para la revista Open, en su edición de agosto, y compartió algunos aspectos de su vida diaria.
Además de ilustrar las páginas con varias fotografías a color y en blanco y negro, la ucraniana compartió que por lo regular nadie la toma a juego:
"Siempre me buscan en serio y la gente que me rodea son personas que para mí valen la pena. Ni mis amigos ni mis novios han sido pasajeros.
"No sé si es intuición o qué, lamentablemente tengo como un radar que me dice si una persona vale la pena o no. Por lo regular lo intuyo y no fallo".
Asegura que por el momento no busca una oportunidad para trabajar en Holly-wood: "Mentira, si te digo que no es uno de mis objetivos, pero no es tan sencillo ni tan automático".
Sobre Las dos caras de Ana, dijo: "En México hice esa telenovela y un día entré a una tienda de videos y películas en Miami y me topé con una serie rusa llamada La vida de Ana o algo así, leí la sinopsis y era una versión. La historia era la misma, literalmente se la plagiaron", aseguró la actriz de origen ucraniano.
Archivo
20
AÑOS
Han pasado desde que Ana dejó su natal Ucrania.
La actuación era su destino
Layevska también platicó cómo fue su inicio en la actuación, mismo que se dio en la telenovela Alguna Vez Tendremos Alas (1997), con Kate del Castillo y Humberto Zurita.
"El protagonista era un director de música clásica y necesitaban músicos, nos invitaron a mi padre y a mí, me vieron los directores y actores e hicieron una escena conmigo, les encantó y desde entonces no he dejado de ser actriz. Si no hubiera llegado a México, no habría sido actriz. Estaba muy ligada al violín y a la música", recordó.
La rubia nacionalizada mexicana, que este mes engalanó la portada de Open, radica en Estados Unidos, donde ha protagonizado tres telenovelas.
