Hace unos días asistí en la ciudad de Houston, Texas, al congreso anual de la Asociación Americana de Museos que reúne a profesionales de más 25,000 museos estadunidenses. Cada año participan cerca de 5,000 personas que debaten, dialogan e intercambian ideas, tendencias, temáticas y problemas que los museos enfrentan en todo el mundo.
Tuve oportunidad de participar en una conferencia que llamó mi atención y me hizo pensar sobre la enseñanza de la ciencia en nuestras escuelas. ¿Qué tan preparados salen nuestros niños en matemáticas, física, química, biología, astronomía, ciencias de la tierra, es decir todo lo que tiene que ver con el conocimiento científico? ¿Qué tanto promueven los maestros el que los alumnos se hagan preguntas, desde las más simples y vayan por las respuestas?
Actualmente los países desarrollados basan su progreso en la investigación científica. Cultivan en sus estudiantes, desde los primeros grados de educación básica, el gusto por la ciencia, la investigación, el amor al conocimiento y la búsqueda de la verdad.
Muchas veces escuchamos el comentario de que los estudiantes batallan con los números y con las materias de ciencias. Yo misma recuerdo en la secundaria la clase de física. Era lo más aburrido del mundo o tal vez era que el profesor no la hacía atractiva. En biología, en lugar de provocar admiración por la maravilla del cuerpo humano o del reino animal, terminabas por machetear los temas y salir del paso.
La educación termina así vacunándote contra esos temas que son de la vida diaria. La ciencia está presente cada día en nuestras vidas. Desde que nos levantamos nos enfrentamos con el movimiento, la materia y la energía. Todos nos movemos, la Tierra y los planetas se mueven, todos desplegamos energía, y todos estamos hechos de materia.
El planteamiento de este conferencista, astrofísico, director del planetario Hayden de la ciudad de Nueva York es que en los diferentes niveles de la sociedad, existe un tipo de analfabetismo científico. Aún entre los profesionistas, hay una gran ignorancia por los temas más simples de la ciencia. Alguien que dice: "he cambiado mi visión de ese asunto en 360 grados", es un ignorante del conocimiento científico. No hay nada más temible que alguien que gobierna tu país sea un ignorante de la ciencia, afirma el científico.
Hay un gran desconocimiento de cómo funciona el mundo material. El objetivo del trabajo de este astrofísico es que la gente del común no sea analfabeta científico, que observe el mundo como algo a investigar y no como algo al que hay que tenerle miedo.
Habló del proyecto espacial que el presidente Kennedy puso en marcha hace 50 años, con aquel memorable discurso en el que expresó que antes de que terminara la década, corría entonces el año de 1961, Estados Unidos pondría un hombre en la luna.
Habló de astronomía, del planeta Plutón y cómo es que lo sacaron del sistema solar y del debate que esto generó. Si alguien extraña en el sistema solar a Plutón, es cuestión de que le escriba a Neil deGrasse Tyson, así se llama el mencionado conferencista y le pregunte qué fue lo que pasó con Plutón. Hasta escribió un libro llamado en inglés: The Pluto files: the rise and fall of American favorite planet. En el plantea el nacimiento y la caída de uno de los planetas más pequeñitos del sistema solar.
Habló de los grandes científicos de la humanidad como Ptolomeo, Copérnico, Galileo, Newton, entre otros, de los conocimientos que aportaron a la humanidad y su profundo amor a la ciencia.
Todo esto lo dijo un científico norteamericano, en un país que se supone nos lleva mucho camino en el desarrollo de las ciencias. Aún así hay un gran deficit de científicos en el mundo. En la actualidad las principales empresas mundiales se dan a la tarea de buscar en las universidades egresados de ciencias porque no hay suficientes.
Y nosotros ¿dónde estamos en este juego? ¿Cuántos egresados de carreras de ciencias salen de nuestras universidades? Y ¿cuántos de estos hacen investigación? ¿La investigación tiene algún valor agregado? Podemos seguir haciéndonos preguntas, sabiendo que el panorama a la vista es demoledor.
Aquí los maestros andan pensando en otra cosa, huelgas, vacaciones, mejores condiciones de trabajo y una interminable lista de demandas. Y si no, que les pregunten a los maestros de Oaxaca y de Michoacán que bajo cualquier pretexto suspenden clases y los niños dejan de ir a la escuela. ¿Cuándo vamos a salir del subdesarrollo y la ignorancia?
Otra opción para el impulso del conocimiento científico sobre todo en los niños es la creación de museos de ciencias, centros que promueven el conocimiento científico que puede aprenderse durante toda la vida. Centros interactivos de aprendizaje que buscan promover la educación científica, procurando experiencias a padres, niños, maestros, educadores informales y gente de ciencia.
Por eso aplaudo el proyecto del planetario que pronto verá la luz en nuestra ciudad. Un proyecto emprendido por un grupo de la sociedad civil que busca el conocimiento científico del universo. De ahí también que tanto en Estados Unidos como en nuestro país y en muchos más, cada día aumentan los museos de ciencias. Otro ejemplo, aquí en nuestra ciudad es el Museo de los Metales, que promueve el conocimiento de las ciencias de la Tierra. Hay que aplaudir y replicar este tipo de museos.
HOMENAJE
Sirva esta columna para rendir homenaje a nuestra gran amiga, promotora cultural incansable, impulsora de proyectos educativos, culturales y sociales, como las cajas de ahorro, mujer admirable y admiradora del conocimiento, servicial y generosa, siempre en búsqueda, a Alicia Gómez de Villarreal, todo mi cariño y admiración. Licha: siempre te recordaremos.