El problema de los altos niveles de arsénico en el pozo que abastece al poblado de Salamanca, no es nuevo. De acuerdo con el titular del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Lerdo (Sapal), Gerardo de la Torre asegura que desde hace años se detectó y desde entonces se instaló una pequeña planta de tratamiento para su consumo confiable.
"Tiene años que ya se tenía detectado ahí el arsénico, pero cuentan con una planta de tratamiento, pequeña pero suficiente para su consumo... tiene varios años, más de cinco años sí", comentó.
De acuerdo con el titular del Sistema de Aguas, las familias que ahí habitan, que se calculan no más de 60, conocen la situación, por tanto asegura que se abastecen del líquido directamente de la plata de tratamiento.
Aunque el Sapal no es el responsable del funcionamiento de los pozos de la zona rural, por instrucciones del alcalde, Roberto Carmona se realizó una verificación en cada uno de ellos para conocer las condiciones en las que se encuentran, entre ellos el de Salamanca.
En caso de detectar alguna irregularidad como el que rebasen los límites máximos permisibles de arsénico "nos coordinaremos con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y con la Comisión de Aguas del Estado de Durango (CAED)", dijo.
