El presidente de la bolsa española, Antonio Zoido, presenta, en la sede del parqué madrileño, el balance de 2011. Durante su intervención, Zoido, ha asegurado que la incapacidad de la Unión Europea para atajar la crisis genera incertidumbre y, en el caso de España, impide estabilizar un mercado que necesita centrarse en aumentar la competitividad y reducir el desempleo.EFE
El presidente de la Bolsa española, Antonio Zoido, dijo hoy que la incapacidad de la Unión Europea para atajar la crisis genera incertidumbre y, en el caso de España, impide estabilizar un mercado que necesita centrarse en aumentar la competitividad y reducir el desempleo.
En el balance del ejercicio realizado en el parqué madrileño, el presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME) fue muy crítico con la falta de acuerdos en el seno de la zona del euro, así como con algunas de las medidas que se han adoptado para mitigar la especulación y la desconfianza.
En concreto, criticó la prohibición de las ventas a corto o especulación con valores a la baja, una restricción que en su opinión le ha costado al mercado unos 250 millones de euros, y demandó una mayor regulación en los mercados OTC (mercados no regulados) para recuperar la confianza.
En el año que está a punto de acabar, las medidas adoptadas "han conseguido irónicamente encadenar la desconfianza de lo público a lo privado y de lo privado a lo público de tal suerte que hoy nos enfrentamos a un nudo gordiano difícil de desatar", afirmó Zoido.
Para el presidente de la Bolsa española, la desconfianza que genera la deuda soberana y la falta de acuerdos concretos para abordar la crisis perjudican al sector privado, que es finalmente "un componente clave" en la financiación de la primera.
Todo ello, agregó, ha afectado directamente al mercado de renta variable español, que en los primeros once meses del año perdió alrededor del 16 % con una volatilidad que rozó el 60 % en los momentos "más críticos del año" En un 25 % de las sesiones, señaló, la oscilación diaria del índice fue superior a un 2 %, cuando en los ocho ejercicios transcurridos entre 2000 y 2007 sólo en un 10 % de las sesiones se superó esta variación.
Pese a todo, el presidente de BME encontró razones para el optimismo, ya que el volumen de recursos canalizados en 2011 a través de ofertas públicas de venta, de suscripción, nuevas admisiones y ampliaciones de capital asciende a 37.364 millones de euros, entre los que destacó los 3.000 millones de nuevo capital captados por los nuevos bancos procedentes de las cajas.
La Bolsa española es así la tercera del mundo por valor efectivo, sólo por detrás de las de Nueva York y Shenzhen.
El número de operaciones en renta variable ha crecido el 16 % y ha superado los 900.000 millones de euros, y el volumen intercambiado en el mercado de Deuda Corporativa supera los 5 billones de euros, tras crecer el 65 %.
También destacó el mercado de futuros sobre acciones, que incrementó su actividad un 50 % hasta alcanzar 25 millones de contratos.
De nuevo las grandes empresas españolas se sitúan entre las más líquidas de la zona del euro.
En términos de negociación acumulada hasta noviembre, los seis valores españoles que forman parte del Eurostoxx 50 copan el 26,6 % del total negociado por los 50 componentes del índice, por encima de la ponderación de esos valores en el indicador (13,6 %) y del peso de la economía española en el área en términos de PIB (11,7 %).
Por lo que respecta al reparto de dividendos, refirió, en los primeros once meses del año las cotizadas repartieron 33.247 millones de euros, con lo que se batirá el récord histórico alcanzado en 2009.
De esa cantidad, indicó, 27.801 millones de euros corresponden a dividendos pagados en efectivo, lo que unido al descenso de las cotizaciones eleva la rentabilidad hasta cerca del 7,7% para el conjunto del mercado, casi 4 puntos por encima de la media registrada en los últimos 25 años.