VIH/Sida. A pesar de los avances médicos para la atención y prevención del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el estigma y la discriminación social continúan siendo la principal barrera para el combate contra esta epidemia.
A pasos cortos los portadores del VIH/Sida combaten la discriminación.
A pesar de los avances médicos para la atención y prevención del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), el estigma y la discriminación social continúan siendo la principal barrera para el combate contra esta epidemia.
Bajo el tabú de que los portadores de Sida podían contagiar a quienes los rodeaban con simplemente beber del mismo vaso o comer del mismo plato, la discriminación a estos pacientes creció años atrás de manera significativa en todo México. Estigma que hasta la fecha se combate con pláticas, conferencias y orientación sobre el padecimiento.
Según informó María Inés Reyes Luna, psicóloga del Hospital General de Gómez Palacio, adscrita al Servicio integral a los pacientes que viven con VIH, actualmente el tratamiento psicológico a los portadores del virus resulta primordial para la aceptación del padecimiento y posteriormente su combate.
La psicóloga informó que más allá de buscar una aceptación en la sociedad, a los pacientes se les brinda un apoyo emocional evitando que la discriminación empiece por ellos mismos.
"La respuesta de combatir la discriminación social no está en cómo la sociedad ve al paciente, sino cómo el paciente se desenvuelve en la sociedad", dijo Reyes Luna.
Aseguró que lo principal es que el paciente portador del virus acepte su nueva condición de vida y aprenda a llevar a cabo sus roles en la sociedad sin sentirse con menor capacidad que otro.
Dentro de las terapias que el Hospital General de Gómez Palacio brinda a los pacientes con VIH, se trabaja en tres aspectos principales: físico, emocional y social.
María Reyes agregó que parte del tratamiento para combatir el virus es tener un equilibrio entre estos tres aspectos, ya que para que un paciente entre al tratamiento y pueda vivir con la enfermedad, es indispensable que primeramente acepte la condición de vida y tenga conocimiento de que ser portador del VIH no significa la muerte.
