El Senado italiano aprobó hoy en vía definitiva el ajuste por 30 mil millones de euros del gobierno (39 mil millones de dólares), que deberá ser firmado por el presidente Giorgio Napolitano para convertirse de inmediato en ley.
Por 257 votos en favor y 41 en contra, la Cámara Alta dio la confianza pedida por el Ejecutivo de Mario Monti al plan, luego de una votación similar en la Cámara de Diputados la semana pasada.
'El Senado ha aprobado definitivamente el decreto y estoy contento', declaró Monti a los periodistas al salir de la sede de esa cámara.
'No hay crecimiento sin disciplina financiera', explicó antes el primer ministro italiano durante un discurso ante los senadores.
Monti expuso que la deuda pública acumulada por Italia, superior a 120 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), está balanceada por la existencia de un fuerte patrimonio público y privado.
Comentó que el aumento de los impuestos 'es desgraciadamente necesario' y 'ha sido estudiado más en el frente de los patrimonios, a fin de hacerlos partícipes del esfuerzo de sostener la economía italiana'.
Indicó que ello hacía infundada la crítica de que el ajuste pesaba sólo sobre los hombros de trabajadores y pensionados.
El llamado 'decreto salva Italia' pasará ahora a la firma de Napolitano, para convertirse en ley con su publicación en la Gaceta Oficial.
A favor de la maniobra económica votaron las principales organizaciones políticas, el conservador Partido del Pueblo de la Libertad (PDL) y el centroizquierdista Partido Democrático (PD), así como el llamado Tercer Polo, que reúne a partidos de centro.
En contra se pronunciaron el partido Italia de los Valores y la Liga del Norte, que intentó obstruir el debate parlamentario sobre el ajuste.
'El ajuste no salvará a Italia, sino que la hundirá porque incluye demasiados impuestos y no sabe cómo crear empleo', advirtió el líder de la Liga del Norte, Umberto Bossi.
