Desprecio. Miles de manifestantes salieron a las princpales calles de Libia, todos pidiendo la salida de Gadafi. En la fotografía dos personas le dan de zapatazos a una firgura del líder libio.
El embajador adjunto de Libia ante la Organización de las Naciones Unidas exhortó ayer a Moamar Gadafi a renunciar como mandatario del país africano.
"Si no lo hace, el pueblo libio se deshará de él", afirmó el viceembajador Ibrahim Dabbashi mientras lo rodeaban otros diplomáticos libios.
Dabbashi habló en momentos en que se presentan profundas grietas en el régimen de Gadafi luego de más de 40 años en el poder, en una jornada en que un incendio arrasó el principal palacio del gobierno en la capital, Trípoli, y los opositores al gobierno anunciaron más manifestaciones pese a la letal ofensiva gubernamental. Además la organización Human Rights Watch (HRW) dijo que hasta ayer la represión había cob rado la vida a 250 personas en tres días.
Los manifestantes exhortaron a desafiar una noche más al líder del mundo árabe con más tiempo en el poder a pesar de la intensa represión aplicada por las fuerzas de seguridad.
Gadafi se presentó en la televisón estatal durante menos de un minuto el martes en la madrugada con el fin de acallar los rumores de que había huido de Libia. Sentado en un automóvil frente a lo que parecía ser su residencia, y sosteniendo un paraguas por la portezuela abierta en el asiento del pasajero, le dijo a un entrevistador que había querido acudir a la Plaza Verde en la capital para hablar con sus partidarios, pero la lluvia se lo impidió.
"Estoy aquí para mostrar que estoy en Trípoli y no en Venezuela. No le crean a esas estaciones perras que engañan", afirmó, refiriéndose a los reportes noticiosos de que había salido del país.
Al anochecer, la milicia que respalda a Gadafi recorrió las calles de Trípoli y con bocinas dijo a la gente que no saliera de sus casas, indicaron algunos testigos, en momentos en que las fuerzas de seguridad intentan aplacar los disturbios que han recorrido el este del país -los cuales dejaron a Bengasi, la segunda ciudad más grande de la nación, bajo el control de los manifestantes- y que ahora están abrumando la capital de dos millones de habitantes.
La televisión estatal anunció que el ejército había "irrumpido en los escondites de los saboteadores" y solicitó al público que apoye a las fuerzas de seguridad. Los manifestantes exhortaron a efectuar una nueva protesta en la Plaza Verde y frente a la residencia de Gadafi.
Sin embargo, algunos testigos en varios barrios describieron una imagen de intimidación: el ejército envió helicópteros que sobrevolaban la principal avenida costera, mientras que hombres armados de la milicia pro-Gadafi dispararon desde vehículos en movimiento y contra fachadas de casas para atemorizar a la población. Los jóvenes que buscaban reunirse en las calles fueron obligados a dispersarse y a buscar protección de los disparos, dijo un testigo, que como muchos de los entrevistados en Trípoli hablaron bajo condición de permanecer anónimos por temor a represalias. Gadafi al parecer perdió el respaldo de por lo menos una de las principales tribus, varias unidades militares y de sus propios diplomáticos, entre ellos la delegación ante las Naciones Unidas.
DESCARTA MÉXICO PROBLEMAS
El Gobierno de México informó que hasta ahora no hay riesgos ni se han reportado incidentes que afecten directamente a los mexicanos residentes en Libia, en torno a las protestas sociales contra Gaddafi. Sin precisar la cifra exacta, fuentes de la Cancillería detallaron que actualmente son pocos los mexicanos que viven en esa nación.
