Los espadas alternantes partieron plaza luciendo traje corto, cruzando así en el ruedo de la Plaza de Toros Salvador Barrera de Lerdo. (Jesús Galindo)
Lerdo, Dgo.- Tarde nublada, entrada intermitente debido a que los aficionados entraron y salieron del tendido en dos ocasiones tras huir de las gotas de lluvia, sin embargo nadie abandonó la Plaza. Finalmente, y por las inclemencias del tiempo, arrancó con una hora de retraso el primer Serial de Vacadas.
De los cuatro alternantes en suerte, quien resultó triunfador de la tarde fue el novel espada Alberto Valdez, quien como resultado de su lidia obtuvo una oreja, la cual lo coloca directamente en el segundo cartel del serial.
Los espadas alternantes partieron plaza luciendo traje corto, cruzando así en el ruedo de la Plaza de Toros Salvador Barrera de Lerdo, Durango, ante una cerrada ovación, luego de saludar a la autoridad, por el sonido local fueron presentados uno a uno por conducto del director de la Academia.
PRIMER ESPADA GERMÁN VALENCIA
Intentó lidiar una res que salió con falta de fuerza y muy por debajo de las condiciones del lidiador, la suerte de banderillas resultó demasiado para el animal, que jamás se pudo componer para la lidia, teniendo que ser sacrificado con la puntilla. Palmas al chaval.
SEGUNDO ESPADA GERARDO SOLÍS
Luego de la suerte de recibo coloca el par de banderillas, para luego armarse de inmediato con la muleta e iniciar su labor, por ser zurdo, Gerardo se esfuerza más tratando de acomodar la lidia por su lado natural. Manoletinas que calientan el tendido haciendo el efecto de que la afición responda con las palmas, por ejecutar contrario a su lado natural el espada dio múltiples pinchazos y la res muere tras el descabello. Solís escucha palmas.
TERCER ESPADA ALBERTO VALDÉS
Recibe pegado a las tablas intentando un quite por gaoneras, la res sale del engaño y lo desarma, incesante el espada ejecuta la suerte en los medios y el público le reconoce con las palmas, armado con la muleta da muestra de valor e idea en su lidia con derechazos y naturales corriendo la mano y extrayendo los pocos muletazos que la res brava traía. A la hora de la verdad se tira y propina un par de estocadas, la res muere tras la puntilla y desde el biombo se desprende una oreja como premio a su labor.
CUARTO ESPADA HERIBERTO FERNÁNDEZ
Este alumno de la Academia Taurina lidió un pequeño novillo de la ganadería de Gómez Alanís, en su lidia dejó ver que está hecho para cosas mejores, sin embargo en suerte le tocó este pequeño burel que finalmente fue perdonado y regresó vivo al corral.