México se preparó a conciencia en tierras germanas, previo al arranque de su participación en la justa y su último resultado fue un 2-3 ante Australia.
México, DF.- En México los esfuerzos por hacer crecer al futbol femenil han recaído en las manos de un solo hombre: Leonardo Cuéllar, un mundialista en la Copa del Mundo de Argentina 78 que aprovechó cuando jugó en Estados Unidos que el desarrollo del futbol de mujeres comenzaba y quiso, años después, aplicar todo lo que aprendió y echar a andar el ambicioso proyecto en México.
Han sido pasos lentos, pero seguros. Después de algunos intentos, se han dado satisfacciones en Mundiales Juveniles, Juegos Olímpicos y Panamericanos.
En Copas del Mundo, México tuvo su primera oportunidad en Estados Unidos 1999. Nada bien nos fue: tres derrotas, dos goleadas y un solo gol a favor, fue el saldo, pero eso no amilanó a Cuéllar, quien siguió con su programa seguro de que tarde o temprano se levantaría una buena cosecha.
La revancha llega ahora en Europa, en Alemania, 12 años después de aquella primera experiencia. Con un equipo renovado, donde sólo sobrevive la goleadora Maribel Domínguez. México espera mostrar sus avances, espera pasar de ser sólo un invitado más, a un participante con posibilidades de dejar una buena imagen.
El Tri femenil iniciará su participación cuando se enfrente a Inglaterra, uno de los equipos que más ha avanzado en estos terrenos; después se enfrentará en contra de Japón, y cerrará su participación en la primera fase en contra de Nueva Zelanda.
Rivales que superan en mucho el nivel de las mexicanas. "Qué bueno que no somos favoritas", reflexiona la líder de este equipo, Maribel Domínguez.
Reconoce que por la historia de las demás selecciones, "es obvio que no nos consideren, pero ojalá lo tomemos a nuestro favor. Que los contrincantes sientan que no ofreceremos mucho, porque yo sé que este equipo dará fiera pelea".
Pero "Marigol" es realista y sabe que México ha ganado poco a poco lugar en el mundo futbolístico femenil. "Nos han ido a visorear en los juegos amistosos que hemos tenido. Sé que nos toman en cuenta y si no es así, pues qué mejor, así podremos dar una grata sorpresa".
Este torneo es mucho más que un Mundial, es la oportunidad de que por fin en México se pueda organizar una buena liga femenil, que las seleccionadas no sean reclutadas en torneos regionales o en el extranjero. Es hora "de que demostremos que en este país se juega bien al futbol. Ojalá que algún día una liga femenil, seria, pueda alzarse", finalizó Maribel. Al final, el juego del hombre nunca se había visto tan bien, gracias al toque femenino.
