Rubén Moreira asumirá hoy el cargo de gobernador de Coahuila en medio de cuestionamientos por la deuda pública del Estado, reclamos por el aumento a los impuestos, con procesos penales en curso contra funcionarios de la administración saliente y frente a un clima de inseguridad pública generalizado.
La toma de protesta será en el Congreso Estatal a las 9:00 horas bajo un fuerte dispositivo de seguridad; posteriormente asistirá al salón Villa Ferré para exponer su plataforma política.
Entre los retos que a partir de hoy enfrenta Rubén Moreira destaca el de lidiar con la deuda de 35 mil 457 millones de pesos que la administración saliente le hereda.
Derivados de la deuda se siguen sendos procesos penales en la Procuraduría General de la República y la Fiscalía General del Estado contra ex funcionarios del Sistema de Administración Tributaria del Estado de Coahuila (SATEC) por contratación de créditos bancarios con documentos falsos.
Respecto al mismo tema, el nuevo Gobierno Estatal asume hoy la responsabilidad de hacer frente a los cuestionamientos por la falta de claridad en el destino de los recursos de la deuda contraída, ya que el gobernador saliente, Jorge Torres, dejó pendiente el desglose de la inversión de los créditos contratados y la transparencia de programas sociales como Tarjeta de la Gente.
Moreira también tendrá que enfrentar el reclamo por el incremento de impuestos y la creación de otros, autorizados por la Cámara de Diputados para que el Ejecutivo estatal pueda superar los compromisos financieros que la deuda exige y para lo cual ya anunció un plan de austeridad.
Por otra parte, el nuevo gobernador deberá encarar la creciente ola de inseguridad que azota a la entidad, en donde el índice de robos se ha duplicado y el de homicidios dolosos quintuplicado en los últimos seis años, de acuerdo a los reportes del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Para la mañana de hoy se esperan manifestaciones en diversos puntos de la ciudad. Ayer el movimiento llamado "Indignados Coahuila" anunció una marcha desde el Tecnológico de Saltillo hasta el Palacio Legislativo.
Cabe señalar que desde el pasado lunes en el Congreso se ha restringido la entrada a los ciudadanos con el fin de evitar la irrupción de manifestantes, lo que detonó reclamos de sectores como la Iglesia Católica, movimientos apartidistas y militantes del PAN.