David Aarón Miranda García, integrante del cuerpo académico "Psicología y Educación" de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), aseguró que la inseguridad y la violencia intrafamiliar son factores que potencian la práctica de hostigamiento conocida como “bullying”, ya que algunas situaciones que generaban rechazo son aceptadas en la sociedad.
Miranda García aseguró que se necesita conocer y entender los factores de delimitan la problemática del “bullying”, pues consideró como error la acción de etiquetar de ésta manera cualquier acción violenta entre los estudiantes.
Precisó que un acto violento de un niño hacia otro de manera circunstancial o la agresión fue del profesor hacia el alumno no puede se catalogado como “bullying”, ya que podría solucionarse con la aplicación de un correctivo, aunque ambos casos requieren de atención.
Asimismo, detalló que los actores involucrados en esta forma de violencia son: el agresor, la víctima y los testigos.
1.- El agresor era catalogado como una persona sin autoestima, pero en la actualidad esta situación se ha revertido;
2.- Los testigos tienden a replicar las acciones que observaron y en determinada situación, por miedo a sufrir alguna agresión, avalan y amparan al agresor, generando así un círculo vicioso donde son reforzados los patrones de conducta.
3.- Las víctimas en la mayoría de las situaciones padecen a corto y largo plazo trastornos como depresión, que puede terminar en suicidio o en actos de alta agresión.
Finalmente, Miranda García dijo que es indispensable llevar a cabo un diagnóstico entre los trastornos que afectan a los niños para poder establecer tratamientos que los ayude a evitar errores que pueden ser contraproducentes.