PARÍS, FRANCIA. - Los países del G20 finalizaron ayer la cumbre de Cannes y adoptaron una estrategia global para el crecimiento y el empleo, que insiste en la coordinación de todos sus miembros y en que cada uno "haga su parte" para propiciar la recuperación.
México asume la presidencia de la cumbre, con lo que se convierte en el país anfitrión de la séptima emisión que se realizará el 18 y 19 de junio en Los Cabos, Baja California.
Al cierre de la cumbre, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se felicitó en rueda de prensa por los resultados de la cumbre de Cannes, en la que, a diferencia de las otras, según su opinión, cada país se ha comprometido a adoptar medidas en favor de la recuperación mundial según sus condiciones económicas.
Las economías avanzadas se han comprometido "a adoptar políticas para restaurar la confianza" y seguir "de una manera clara y creíble" con las medidas para la consolidación fiscal.
El presidente francés se refirió a la actitud de firmeza con Grecia "que ha suscitado en ese país una toma de conciencia política indispensable" que, a su juicio, está creando "un consenso sobre el acuerdo del 27 de octubre".
Por otra parte, Sarkozy se felicitó por el hecho de que Italia haya adoptado "medidas para renovar la confianza", como es el haber pedido a la Comisión y al FMI que vigilen la implementación de sus reformas.
También afirmó que los países del G20 habían alcanzado un compromiso para reforzar los medios del FMI, pero que no se había especificado la manera en que se iba a concretar dicha aportación.
Los países desarrollados del G20 se han comprometido a adoptar "políticas para reconstruir la confianza y promover el crecimiento", además de implementar medidas específicas para alcanzar la consolidación fiscal.
En este apartado, el comunicado del G20 se refiere a Italia, que se comprometió a reducir a partir de 2012 su deuda, objetivo basado en la implementación del acuerdo fiscal aprobado el pasado verano y que asciende a 60,000 millones de euros.
Australia, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Corea, España, el Reino Unido y Estados Unidos reafirmaron su compromiso con la consolidación fiscal y con la reducción del déficit en 2013 hasta niveles de 2010, así como a estabilizar o reducir sus ratios de deuda para 2016.