Lucha. Una mujer con su hijo pasa frente a un edificio destruido por los bombardeos entre fuerzas rebeldes y el ejército de Gadafi.
Las fuerzas leales al líder Muammar Gadafi bombardearon ayer la ciudad de Misrata, la única bajo control de los rebeldes en el oeste de Libia, a pesar de que poco antes el régimen libio realizó una nueva oferta de cese al fuego.
Fuentes rebeldes en Misurata, citadas por la cadena árabe Al Arabiya, precisaron que el ataque con morteros causó la muerte de tres rebeldes en la tercera ciudad más grande de Libia, escenario de algunos de los más feroces combates en el conflicto que ya lleva tres meses.
Las explosiones de numerosas granadas de mortero se escucharon en las afueras de Misurata y minutos después hubo un movimiento continuo de ambulancias.
El bombardeo comenzó poco después de que los rebeldes impidieron que las tropas de Gaddafi excavaban una zanja para bloquear una carretera.
Asimismo, el ataque tuvo lugar pese a que poco antes el régimen de Gaddafi propuso un cese el fuego inmediato supervisado por las Naciones Unidas y la Unión Africana (UA), que incluya una amnistía y diálogo con la oposición. El primer ministro libio, Al Baghdadi al Mahmudi, propuso en una carta enviada a varios mandatarios un alto al fuego inmediato, conversaciones sin condiciones con la oposición, una amnistía para miembros de ambas partes y el borrador de una Constitución nueva.
Sin embargo, Estados Unidos rechazó la propuesta, al considerar que 'no es creíble sin una acción concreta', señaló una fuente oficial estadounidense en Deauville, Francia, donde se celebra la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) países más industrializados del mundo.
La operación militar en Libia seguirá adelante hasta que el régimen de Gaddafi respete las resoluciones de las Naciones Unidas.
