Guerra. Pese a que los rebeldes tienen controlada la mayor parte de Libia, la lucha no ha teminado.
Aviones de guerra de la OTAN en Libia atacaron varios blancos en zonas leales al exgobernante fugitivo Moamar Gadafi, en tanto que las fuerzas revolucionarias anunciaron ayer un repliegue debido a la intensidad del fuego enemigo.
Tras un estancamiento de una semana en los intentos para lograr la rendición pacífica de Bani Walid -uno de los últimos bastiones de partidarios de Muamar Gadafi- los combatientes que luchan contra el exgobernante lanzaron un asalto de dos puntas que muy pronto se deshizo y devino en combates callejeros en la localidad.
Los partidarios del anterior régimen repelieron el ataque en una señal de que la lucha dista de haber terminado.
La OTAN, cuyas acciones fueron cruciales para diezmar a las fuerzas de Gadafi en la guerra civil libia que ha durado seis meses, dijo que sus jets destruyeron un tanque, dos vehículos armados y un lanzador múltiple de cohetes el día anterior cerca de Bani Walid.
También se lanzaron ataques aéreos que hicieron blanco en objetivos en Sirte, la localidad natal de Gadafi, y en las poblaciones de Waddan y Sabha, en el desierto sur, dijo la OTAN.
Un comandante militar de los exrebeldes Abdel-Razak al-Nadouri, dijo ayer domingo cerca de Bani Walid que una fuerza considerable lanzó una ofensiva para penetrar en la localidad, pero enfrentó una resistencia feroz, ante lo cual la OTAN solicitó que se replegara para atacar desde el aire.
"Un gran número de hombres ingresó en Bani Walid, pero tuvimos que retirarnos debido a la intensidad del fuego", dijo.
"Ayer (sábado), la OTAN nos solicitó que nos replegáramos siete kilómetros (tres millas) de Bani Walid porque atacarían bases militares y lanzacohetes Grad", agregó.
Los combatientes libios que intentan capturar uno de los últimos bastiones del líder libio Muamar Gadafi luchaban el sábado en la localidad desértica de Ban Walid contra la dura resistencia de las fuerzas leales al depuesto líder.
Hijo está en Niger
El gobierno nigerino confirmó ayer que Saadi Gaddafi, hijo del depuesto líder libio Muamar Gaddafi, entró en el país junto a otras ocho personas en un convoy.
El ministro de justicia y portavoz del Gobierno, Marou Amadou, aseguró en una rueda de prensa que el convoy en el que viajaba el hijo de Gadafi fue interceptado por una patrulla militar y que fue llevado a la localidad de Agadez, en el norte del país.
Con la confirmación de la huida de Saadi, antiguo jugador de futbol profesional, sólo continúan en paradero desconocido el propio Gadafi y sus hijos Seif al Islam, que estaba llamado a suceder a su padre en el poder, y Mutasim, jefe del Consejo de Seguridad Nacional.
La mujer de Gaddafi Sofía y tres de sus hijos Mohamed, Aníbal y Aisha fueron acogidos el pasado mes de agosto por las autoridades argelinas que alegaron "razones humanitarias" .
