Sujetos no identificados arrojaron la noche del domingo una granada contra el edificio del periódico Vanguardia, en el Centro de Saltillo. El ataque no dejó muertos ni lesionados.
La agresión ocurrió alrededor de las 11:30 de la noche del domingo, cuando sujetos lanzaron el artefacto explosivo desde un automóvil contra un aparador en el exterior del edificio, ubicado en el bulevar Venustiano Carranza.
Sólo dos automóviles estacionados afuera resultaron dañados. A esas horas de la noche, había personal del periódico dentro del edificio, pero no hubo heridos.
La Procuraduría General de la República (PGR) abrió una investigación de los hechos y no ha determinado un móvil o la identidad de los responsables.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el atentado y pidió al Gobierno mexicano "una investigación expedita, para evitar que hechos salvajes como éste sigan minando la libertad de prensa".
Gonzalo Marroquín, presidente de la SIP, afirmó que si los responsables "no son castigados con todo el peso de la ley, se corre el riesgo de que los violentos cumplan con su objetivo de intimidar a los medios".
Marroquí pidió esclarecer si el motivo del atentado "se debió a publicaciones hechas por el diario o a un acto violento de bandas del crimen organizado para conseguir atención".
La agresión a Vanguardia se suma a ataques que medios de comunicación de Coahuila han recibido en los últimos dos años.
El Siglo de Torreón sufrió ataque a sus instalaciones, y dos reporteros, Eliseo Barrón de La Opinión-Milenio, y Valentín Valdés, de Zócalo de Saltillo, han sido asesinados.
