El director interino de ATF acusó a la DEA y el FBI de ocultarle datos clave del operativo Rápido y Furioso, dijeron legisladores republicanos.
Kenneth Melson, director en funciones de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por tus siglas en inglés), involucró a dos agencias más dependientes del Departamento de Justicia en el fallido operativo "Rápido y furioso".
En una entrevista con investigadores del Congreso de los Estados Unidos, Melson aseguró que los traficantes de armas a México que eran vigilados por la agencia a su cargo pudieron ser informantes pagados por la DEA y el FBI con dinero del erario público.
Acusó que dichas agencias hermanas tuvieron información sobre los contrabandistas que no compartieron a tiempo.
El director de la ATF negó además que hubiera estado al tanto del desarrollo del operativo que permitió de manera deliberada la entrada de miles de armas a territorio mexicano, y que se enteró del fallido plan hasta que esté se destapó en los medios de comunicación.
Los congresistas republicanos Charles Grassley y Darrell Issa revelaron detalles de la reunión con Melson el pasado 4 de julio, en una carta enviada al fiscal General Eric Holder, quien en su momento también negó conocer la operación "Rápido y furioso".
Después de enterarse del posible papel de la DEA y del FBI, Melson reportó la información al inspector general en funciones en abril pasado, así como al subprocurador James Cole el pasado 16 de junio.
En su testimonio ante el Comité, Melson desmintió las filtraciones de prensa de que estaba siendo presionado para renunciar a la ATF, sin embargo los legisladores dijeron que en ese momento si se le pidió dimitir de su cargo.
El mes pasado, durante una audiencia del Comité de Supervisión, Melson fue identificado como el alto funcionario que recibía informes semanales del curso de 'Rápido y Furioso'.