Siete años después de la muerte de una joven de 15 años que acababa de dar a luz, un juez federal ordenó la aprehensión de 11 miembros del personal médico del Hospital Juárez de México, acusados de negligencia por presuntamente inyectarle una sangre que no era de su tipo.
De acuerdo con información ministerial, el Juez Primero de Distrito en el Reclusorio Norte, José Miguel Trujillo Salceda, instruyó las capturas por el delito de homicidio culposo con la agravante de responsabilidad profesional, en la causa penal 120/2010.
La PGR asegura que el personal del nosocomio inyectó una sangre que no era del tipo de la progenitora, hecho que supuestamente contribuyó al deterioro de su salud.
El bebé sobrevivió, pero la madre murió de coagulación intravascular disminuida, choque hipovolémico, atonía uterina y purperio fisiológico. La PGR relaciona la primera causa de muerte con la transfusión de una sangre equivocada.
María del Consuelo Alvarado, empleada del propio hospital y madre de la joven fallecida tras el parto, fue quien presentó la denuncia por este caso de presunta negligencia, registrado hace siete años.
La querella indica que el 20 de junio de 2003 su hija, Alma Georgina Calvillo, ingresó al Hospital Juárez, donde en un principio no la podían recibir porque los médicos residentes estaban en "paro" y no había personal.
No obstante, cuando mencionó que la embarazada tenía 9 centímetros de dilatación, a las 14:00 horas la aceptaron, agrega la denuncia.
La joven fue trasladada al área de expulsión y posteriormente un doctor informó a la familia que le habían extraído la matriz, pues habían tenido complicaciones durante el parto, hecho que ameritó la solicitud de una transfusión de sangre.
A las 5:30 horas del día siguiente, la señora Alvarado fue informada que su hija había fallecido.
Por este caso, el juez de la causa ya ordenó 11 capturas contra los probables responsables, uno de los cuales fue sometido a juicio la presente semana, otro más se presentó a declarar bajo los efectos de una suspensión y dos más han promovido amparos para no ser detenidos.
El impartidor de justicia abrió el proceso penal contra David Andrade Martínez, laboratorista del banco de sangre; al mismo tiempo, Manuel Calderón Mondragón, médico anestesiólogo, se presentó amparado en el juzgado y la próxima semana se determinará si le inician el juicio.
Quienes promovieron sus amparos para no ser capturados son Ivonne Verónica López Flores, persona que aplicó la transfusión, y Miguel Ambriz Morales, responsable de la operación, aunque ninguno de los dos ha comparecido ante el juez que lleva el proceso.
También hay orden de captura contra otras siete personas relacionadas con el caso.