Condenada a recibir 101 latigazos en público, la chica de 14 años cayó al 70 tras ser acusada de tener relaciones con su primo casado. (Archivo)
Las últimas palabras de Akhter Hena a su madre cuando era azotada, proclamando su inocencia llegaron demasiado tarde.
Sus vecinos de la aldea en el distrito de Shariatpur en Bangladesh ya la habían condenado por tener relaciones sexuales con su primo Mahbub, casado y de 40 años. Por lo que fue castigada por un clérigo a recibir 101 latigazos en público.
Hena cayó al 70. Ensangrentada, fue llevada al hospital, donde murió una semana después.
Sorprendentemente, la autopsia inicial no citó las lesiones y consideró su muerte un suicidio, por ello ahora un tribunal de Bangladesh ordenó hoy a la Fiscalía que prepare cargos contra cuatro médicos por haber falsificado la autopsia de la adolescente que murió en enero.
El Tribunal Superior de Dacca pidió al Gobierno que presente cargos criminales contra los doctores -incluido un cirujano- del hospital donde se realizó una primera necropsia a Hena Akter, según la edición digital del rotativo "The Daily Star".
La corte tomó esta decisión tras estudiar el informe de una comisión médica de alto nivel que ha examinado esa primera autopsia y una segunda que practicaron doctores distintos después de que se exhumase el cadáver por mandato judicial.
La primera necropsia había indicado que la joven no presentaba muestras de violencia, mientras que la segunda determinó que sí hubo.
Akter, de 14 ó 15 años de edad, falleció a finales de enero por las heridas de decenas de latigazos que recibió como castigo por haber mantenido relaciones sexuales con su primo Mahbub, aunque algunas versiones aseguran que fue violada.
La pena para la adolescente fue impuesta en una fetua emitida por el imán de una mezquita de la localidad de Naria, en el distrito central de Shariatpur, quien fue arrestado el pasado febrero por orden judicial.
