Divertido y altruista. Brooke Shields fue una de las anfitrionas de la edición 19 del Life Ball, de Viena.
Las artistas estadounidenses Janet Jackson y Brooke Shields, protagonizaron ayer la 19 edición del "Life Ball" de Viena, la mayor gala del mundo para recaudar fondos contra el Sida.
Se trata de la fiesta más extravagante y divertida de las que se celebran en esta ciudad, que el resto del año es uno de los centros mundiales de la música clásica.
Como cada año el inmenso Ayuntamiento neogótico de la capital austriaca muta en una enorme discoteca con miles de personas que hacen de su vestimenta un canto a la imaginación: todo tipo de disfraces son bienvenidos, y los más atrevidos incluso acuden con una capa de pintura sobre la piel como todo atuendo.
El año pasado esta gala recaudó 1.5 millones de euros y se ha venido asentando a lo largo de sus casi dos décadas como la cita social de la capital con el mayor número de estrellas.
Además de la menor de los Jackson, este año acudieron a este evento el expresidente estadounidense Bill Clinton, un invitado ya habitual en el Life Ball, el responsable de ONUSIDA, Michel Sidibe y las cantantes Natasha Bedingfield y Dana International.
Además de las decenas de personalidad entre actores, modelos y diseñadores, miles de personas compitieron por hacerse con alguna de las entradas, la más barata de ellas a 150 euros.
Especial