El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, declaró hoy aquí que de acuerdo con la estimación de esa institución no habrá forma de impedir un retroceso de la situación económica en Europa a corto plazo.
La crisis todavía no ha terminado, dijo, y agregó que las medidas de ahorro de los gobiernos para enfrentar la crisis del euro tienen el efecto de pesar en el crecimiento en un primer término y causar la reducción de éste.
Estimó que un eventual retorno de la confianza a los mercados disminuiría las consecuencias negativas de la crisis. A mediano plazo, el crecimiento económico deberá ser reforzado con la aplicación de profundas reformas a mediano plazo.
Informó que la inflación en los países del euro disminuirá al 2.0 por ciento en 2012 y por debajo de esa marca en 2013. Esta última marca es el objetivo que persigue el BCE para que la elevación de precios no debilite al euro ni el poder adquisitivo de los consumidores.
Advirtió que no se debe perder el impulso y aplicar de inmediato las medidas acordadas entre los países del euro con el fin de volver a poner a ese grupo de países en el sendero del crecimiento.
Destacó que no hay ningún camino para superar la crisis que no contemple la realización de reformas estructurales y la respuesta al respecto debe proceder en primer término de los países.
Reiteró que la compra de bonos de deuda soberana europea por parte del BCE será limitada en cuanto a duración y volumen.
El presidente del BCE declaró de nuevo su satisfacción por los acuerdos que se lograron en la Cumbre Europea en Bruselas el jueves y viernes pasados. Consideró que los mercados reaccionaron en forma demasiado negativa.
Asimismo el BCE dio a conocer su reporte de diciembre, en el que asentó que la dinámica del crecimiento económico mundial disminuyó en los últimos meses en forma continua.
Teniendo como telón de fondo el aumento de la incertidumbre y las crecientes tensiones en los mercados financieros, la confianza de las empresas y de las consumidores se ha deteriorado aún más.
Ese desarrollo anuló los impulsos positivos que partieron de la superación de los cuellos de botella en Japón causado por las catástrofes que vivió ese país en este año.
De acuerdo a las previsiones del BCE, 'en las economías desarrolladas hay considerables problemas estructurales, que podrían convertirse en un impedimento a mediano plazo para la recuperación global'.
En el reporte se estableció que 'en los países emergentes, el reciente debilitamiento del crecimiento debe contribuir a disminuir la presión del sobrecalentamiento'.
Añadió que 'el aumento de precios se mantiene dentro de límites en los países industrializados, aunque las tasas de inflación en ellos se incrementaron ligeramente en los últimos meses'.
