Durante 2010, que acaba de terminar, uno de los acontecimientos más comentados en el mundo del beisbol fue el juego perfecto injustamente arrebatado al lanzador Armando Galarraga, pitcher venezolano de los Tigres de Detroit.
Hasta donde sabe el autor de estas líneas, el concepto de "juego perfecto" sólo existe en el beisbol. Ningún otro deporte lo tiene. Se trata de un partido en el cual ni uno solo de los bateadores de uno de los dos equipos se embasa ni por hit, error o base por bolas a lo largo de las nueve entradas (o más, en el caso de que el juego se vaya a extra innings, como ya ha sucedido). Es decir, nadie de tal equipo llega siquiera a primera base. Y obviamente tampoco anota carrera.
En las Grandes Ligas de EUA, el primer "juego perfecto" se registró cuando ni siquiera se había acuñado el término. Fue el 12 de junio de 1880. Curiosamente, el segundo fue apenas cinco días después. Se dice "curiosamente" porque no es fácil que se dé un juego perfecto, y menos aún dos en una misma semana.
Conforme a un cálculo grueso, en casi siglo y medio que tienen las Grandes Ligas, en éstas se han jugado poco más de 300 mil partidos. De este total sólo veinte (sí, ¡apenas dos decenas!) han sido juegos perfectos. Es decir, a razón de uno por cada quince mil partidos. En consecuencia, se trata de una verdadera hazaña deportiva, cuyo mérito corresponde fundamentalmente al pitcher.
Pues bien, el pasado 2 de junio Galarraga lanzó un juego en el que retiró en riguroso orden a 26 de los primeros 27 bateadores que enfrentó. El 27, que debió haber sido el del último out, se le embasó por una errónea decisión del ampayer, Jim Joyce, quien marcó "safe", una jugada que fue out, según se observa con toda claridad desde diversos ángulos en el video de ese encuentro.
El siguiente bateador fue ponchado por Galarraga y así concluyó el partido. Pero injustamente se le privó de la gloria de ser incluido en la breve lista de los veinte pitchers que en Grandes Ligas han lanzado un juego perfecto. Pero esto sólo fue en apariencia, porque una vez más se comprobó que Dios escribe derecho en renglones torcidos.
Antes de seguir adelante, debe decirse que el venezolano, quien por cierto tuvo asistencia en la jugada en primera base que debió haber sido el out 27, reaccionó con gran madurez y serenidad, según se observa en el video. Se le ve lanzar al ampayer una mirada comprensiva y una sonrisa indulgente. Otro, sin su equilibrio emocional, se le habría ido a golpes. También el ampayer, Jim Joyce, tuvo rasgos de grandeza. Después de ver el video, lloró y con humildad fue a pedir perdón a Galarraga. En el juego del día siguiente, en home, al inicio del partido, ambos se saludaron de mano y ante decenas de miles de aficionados se dieron un abrazo conmovedor. Así es el beisbol.
Luego operó la justicia divina. Aunque el Alto Comisionado, Bud Selig, se negó -y con razón- a incluir en la lista de juegos perfectos el lanzado por Galarraga, aceptó sin embargo incorporarlo en el "Baseball records book" con la indicación de que se trata de "un juego perfecto no oficial" por una "decisión errónea del ampayer Jim Joyce". Por cierto, lo que son las cosas, según una encuesta previa de la cadena ESPN, este ampayer es el que la mayoría de los peloteros de Grandes Ligas considera el mejor de todos.
Pero no quedó ahí la cosa. Según se ha informado, ya están en el Salón de la Fama del Beisbol en Cooperstown, para ser exhibidos por siempre, tanto la almohadilla de primera base que Galarraga pisó en la novena entrada antes que el corredor y debió haber sido el out 27, como sus spikes o zapatos, uno de los cuales tocó la almohadilla, y la pelota del out que se marcó safe.
Más todavía. En la historia de las Grandes Ligas, sólo en un par de años ha habido dos juegos perfectos. Uno fue en 1880, según ya se dijo. Y el otro en 2010. En éste, uno fue lanzado por Darrel Branden de los Atléticos el 9 de mayo, y el otro el día 29 del mismo mes por Roy Halladay de los Filis (a quien por cierto se otorgó el premio Cy Young 2010 por la Liga Nacional). El de Galarraga hubiera sido el tercero.
El autor de esta nota ha preguntado a un buen número de aficionados al Rey de los Deportes por los juegos perfectos lanzados durante 2010 en la Gran Carpa. Casi todos sólo tienen presente el de Galarraga. Lo curioso es que oficialmente no lo fue. No cabe duda que en el beisbol hay justicia divina. Errar es humano, pero Dios corrige.
Jagarciav@yahoo.com.mx
