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¡Bellas después del parto!

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¡Bellas después del parto!

¡Bellas después del parto!

Dra. Mayela Villarreal Reyes

El embarazo implica el acto más hermoso de la existencia: la creación de la vida misma. Pero también puede traer consigo los cambios más drásticos al cuerpo femenino. No obstante, esas transformaciones no tienen por qué ser un sinónimo de gordura ni descuido.

Para la mayoría de las mujeres el embarazo es motivo de alegría, si bien muchas de ellas se impresionan al comprender que tendrán a otro ser humano creciendo en su interior... y que eso necesariamente provocará cambios en su cuerpo.

Cuando alguien anuncia que se encuentra gestando, junto con las felicitaciones suelen llegarle comentarios de quienes ya han sido madres y le indican que se prepare para sentir los achaques, el aumento de peso, las estrías, las manchas en la piel, el pelo maltratado, etcétera. También consejos como: “Ahora tienes que comer por dos” o “si algo se te antoja cómetelo, o el niño va a salir con la cara de tu antojo”.

No obstante, es primordial llevar a cabo una preparación que traiga un éxito rotundo en cuanto a la salud de mamá y bebé, y además la inmediata recuperación de la figura y belleza de ésta; con los cuidados adecuados, hay quienes ni siquiera la pierden.

LA ESTÉTICA Y EL EMBARAZO

Dicen que “todas las embarazadas tienen un brillo especial” y que “no hay embarazada fea”. La verdad es que si quieres lucir bien durante y después del embarazo, necesitas tomar ciertas medidas desde que sabes que tendrás un hijo. Toma nota de lo que puedes hacer.

A nivel facial

Con la gravidez es frecuente que salgan ‘manchas’ en el rostro; son alteraciones de la pigmentación de la piel y reciben el nombre de cloasma o paño del embarazo. Brotan casi siempre en la zona incluida entre ojos, nariz y pómulos, asemejando unas alas de mariposa. En ocasiones afectan asimismo la frente y la parte comprendida entre la nariz y el labio superior. Esto ocurre por los cambios hormonales y se presenta en el 70 por ciento de las gestantes, sobre todo en quienes son ligeramente morenas. Las manchas surgen alrededor del cuarto o quinto mes y habitualmente desaparecen por sí solas, semanas después del parto. Para prevenirlas y/o atenuarlas se sugieren exfoliaciones periódicas y el uso constante de cremas con protector UV, ya que la luz solar agrava y acentúa las citadas discromías.

A nivel capilar

Durante el embarazo se produce una aceleración considerable del crecimiento de los cabellos no sólo en rapidez, sino también en número. Esto ocasiona que el 95 por ciento de los cabellos se encuentren en fase de crecimiento, pero luego del parto viene una aceleración en el ciclo de caída, provocando una alopecia transitoria. Lo usual es que todo se estabilice tres meses después del alumbramiento. Pero estéticamente se puede reforzar la melena, revitalizarla y acelerar su crecimiento posparto, a través de un champú especial, masajes al cuero cabelludo y aseo diario, ya que las variaciones hormonales tienden a volver el pelo graso.

A nivel corporal

-Sobrepeso. Quizá este sea el problema más grave y frecuente en el embarazo, ya que la generalidad de las mujeres sube entre 10 y 12 kilos y ello no debería ocurrir. Si hacemos cálculos el peso promedio de los recién nacidos oscila de 2.700 a 3.500 kilos. La placenta pesa un kilo; el líquido amniótico y el retenido, otro kilo. Además tenemos que el útero ha aumentado de tamaño y por ende de peso; en resumen la gestación acarrea un aumento de seis a nueve kilos. El resto es totalmente responsabilidad de los hábitos alimenticios y sedentarios de la futura mamá. De ahí que sea tan importante no caer en la tentación de darle rienda suelta a los antojos, y tampoco suspender la actividad física; puedes consultar a tu doctor sobre qué ejercicio es el mejor para ti.

-Exceso de grasa. Si hay exceso en las reservas de grasa la mujer tendrá que hacer un enorme esfuerzo para recuperar su figura. Es aconsejable por lo tanto una dieta sana, nutritiva y de fácil digestión, que sea equilibrada e incluya alimentos frescos, verduras y ensaladas (las cuales tienen vitaminas y favorecen al tránsito intestinal). Consumir frutas, pan y cereal integral, leche descremada, proteínas (carne, pollo, pescado), beber mucha agua, jugos naturales. Es importante evitar las comidas fritas, los alimentos chatarra y enlatados, los refrescos con gas, las bebidas alcohólicas y los postres.

-Exceso de agua. Este se refleja en una variación inestable de peso. Para combatirlo se recomienda el masaje de drenaje linfático.

-Estrías. Causadas por los cambios hormonales y el debilitamiento de la capa cutánea a partir del cuarto o quinto mes del embarazo. Las padece hasta el 75 por ciento de las gestantes en áreas de abdomen, cadera, senos y parte interna y externa de muslos. Pueden prevenirse aplicando cremas especiales y aceites elaborados con almendras.

-Várices. Es común que broten debido a que existe una fuerte y constante presión sobre el sistema circulatorio de la zona abdominal. Se aconseja usar soportes de abdomen para disminuir la presión baja (pide asesoría a tu médico), así como realizar caminatas diarias.

-Uñas. Se vuelven quebradizas durante el embarazo; para impedirlo es adecuado el consumo de ácido fólico y minerales.

-Senos. A fin de evitar la ptosis o caída de los senos, o la flacidez de los mismos, se sugiere el uso de cremas especiales. Hay varias disponibles en el mercado.

-Pies. Si se quiere evadir la aparición de edemas y ampollas por la retención de líquidos, lo ideal es calzar únicamente zapatos cómodos, sin tacón ni cintillas.

AL DAR A LUZ

Para combatir la flacidez en el vientre, nada como la actividad física. Transcurridos dos días posteriores al parto ya está permitido realizar algunos ejercicios para fortalecer el abdomen, tales como gimnasia pasiva. La utilización de aparatos estimuladores eléctricos como la electrolipolisis es perfecta para recuperar el abdomen plano y contrarrestar la flacidez. También es posible apoyarse en masajes suaves aplicados por manos expertas; asimismo ayudan bastante los de warp con soluciones reafirmantes fabricadas a base de romero.

Cabe subrayar que lo anterior aplica para quienes hayan tenido un parto natural, mientras que en caso de cesárea es importante valorar cada caso de manera individual, consultando con el médico a cargo cuándo puede comenzarse a tener aquella actividad que ayude a la recuperación de la figura.

TODO ESTÁ EN TUS MANOS

Como habrás notado la prevención es la clave para verte bien. Si estás embarazada y te preocupa tu apariencia estas son las palabras clave que debes memorizar: alimentación, ejercicio, vitaminas y minerales, higiene, cremas. Recuerda que no te hace falta comer en exceso: tu bebé no lo requiere y tu cuerpo lo resentirá. Sólo teniendo esto presente podrás asegurarte de recuperar tu figura en el menor tiempo posible. Todas las mujeres que seguramente has visto que lucen ‘igualitas’ antes y después del embarazo no se lo deben a un poder especial ni al azar, sino a su esfuerzo enfocado en seguir un conjunto de cuidados y acciones que logran esos resultados.

Correo-e: dramayela@hotmail.com

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