El Banco Nacional de México (Banamex) prevé beneficiar a sus accionistas con alrededor de 16 mil millones de pesos a través de la figura de dividendos con cargo a ejercicios de 2010 hacia atrás, manteniendo así su fortaleza financiera.
El beneficio se daría luego de que el banco -el segundo más importante por su nivel de activos, cartera y captación-, desde que fue adquirido por el estadunidense Citigroup en 2001 había reinvertido sus utilidades para la expansión de su infraestructura y garantizar su solidez.
El primer pago, que se realizó entre el 24 y 28 de junio pasado, fue de ocho mil millones de pesos y se espera que en su próxima reunión de Consejo se apruebe un segundo dividendo por la misma cantidad, explicó su director general, Enrique Zorrilla Fullaondo.
No obstante, precisó, hasta el momento el banco ha beneficiado a sus accionistas con 16 mil 500 millones de pesos, toda vez que en 2005 se realizó el primer pago de un dividendo de alrededor de ocho mil 500 millones de pesos, tras haber sido adquirido por Citi en 2001.
En tanto, destacó, las reinversiones han sido por más de 100 mil millones de pesos, gracias al buen desempeño de la franquicia y que se han traducido en un aumento en el número de sucursales, mayor colocación de créditos y solidez.
Aclaró que el hecho de que este pago se otorgue en un periodo difícil para el banco, como lo fue la caída de sus utilidades en más de 60 por ciento en el primer trimestre y una disminución de 15 por ciento entre abril y junio, es porque los recursos para este beneficio justamente provienen de ejercicios anteriores.
'La confianza que se tiene en el soporte operativo y en el valor de la franquicia nos hace ver que tuvimos un primer trimestre francamente difícil, de naturaleza coyuntural por cambios en metodologías importantes en la generación de reservas y los resultados por intermediación financiera, pero no está en el desempeño consistente de largo plazo que vemos en la institución', manifestó.
Comentó que la reinversión de utilidades forma parte de la cultura organizacional y la capacidad de generación de utilidades del banco, lo que se refleja en ese soporte fundamental de vinculación con clientes en la utilidad operativa.
Los Indices de Capitalización (ICAPs) también son una prueba de la fortaleza del banco, el cual se ubicó a junio en 17.7 por ciento después justamente de haber pagado alrededor de 6.0 por ciento de las utilidades generadas en los últimos 10 años.
En su momento, dijo, se privilegió la fortaleza del banco, de estar absolutamente ciertos del tránsito de la crisis de crédito al consumo, especialmente de tarjeta de crédito, por lo que se llegaron a alcanzar ICAPs de 20 por ciento.
'Así que en ese sentido no estamos en forma alguna poniendo en peligro la fortaleza del banco, del ICAP, luego del pago de dividendo de ocho mil millones de pesos', aseveró.
Además, con la generación de utilidades que se tiene, la disminución de reservas preventivas, no se requiere llegar a un ICAP de 20 o 30 por ciento para seguir operando en la franquicia, agregó.
Por su parte, el director general del grupo Financiero Banamex, Javier Arrigunaga, manifestó que 'lo habitual, lo natural de la vida de las empresas es que paguen dividendos y la decisión que se había tomado para la crisis era no pagar dividendos sino utilizar la fortaleza del balance a lo largo de la crisis'.