La renuncia de Hosni Mubarak a la presidencia de Egipto, después de 30 años de gobierno y luego de casi tres semanas de masivas protestas, fue recibida con beneplácito en todo el mundo.
La renuncia de Hosni Mubarak a la presidencia de Egipto, después de 30 años de gobierno y luego de casi tres semanas de masivas protestas, fue recibida con beneplácito en todo el mundo.
Una vez que el vicepresidente egipcio Omar Suleiman anunció este viernes la dimisión de Mubarak, expresiones de solidaridad ese suscitaron en varios países como Túnez, que recientemente vio también la caída del régimen del ex presidente Zine El Abidine Ben Ali.
Una explosión de júbilo sacudió a los tunecinos al conocer la noticia, decenas de personas salieron a las calles en distintos puntos de ese país para manifestar su apoyo a los egipcios, al tiempo que conductores sonaron el claxon de sus vehículos.
'Dos dictadores caídos en menos de un mes, es formidable. ¿A quién le toca ahora?', dijo un tunecino que celebraba la renuncia de Mubarak como muchos otros que incluso bailaban en las calles de la capital de Túnez.
Una manifestación similar tuvo lugar en Ammán, donde cientos de jordanos se reunieron frente a la embajada de El Cairo para mostrar su solidaridad con el pueblo egipcio.
El gobierno de Irán, que este viernes celebra el 32 aniversario de la Revolución Islámica, afirmó que los egipcios habían obtenido, por su voluntad, una gran victoria y confió en que continúen en ese camino para que todas sus demandas históricas sean realizadas.
'Pronto se verá un nuevo Oriente Medio, sin los americanos y sin el régimen sionista, en el cual los opresores no tendrán lugar', aseguró el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad.
El grupo libanés Hezbollah (Partido de Dios) felicitó a los egipcios por su 'histórica victoria', mientras en las calles de varias localidades de Líbano se escuchó el sonido del claxon de vehículos y se observaron fuegos artificiales celebrando la dimisión de Mubarak.
También el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que controla la franja de Gaza, saludó la salida de Mubarak, calificándola como 'el inicio de la victoria', e igualmente en las calles de Gaza se registraron escenas de júbilo.
De su lado, Israel sólo dijo esperar que el periodo de transición que se abrió en Egipto se produzca 'sin sacudidas', de paso a una paz duradera y que no cambie en nada las relaciones pacíficas bilaterales.
Mientras que Turquía confió en que la dimisión de Mubarak sea la apertura hacia un nuevo sistema que responda a las demandas del pueblo egipcio.
Entre los países occidentales que también dieron la bienvenida a los acontecimientos en Egipto se encuentra Reino Unido, cuyo vice primer ministro Nick Clegg urgió a una 'transición ordenada del poder' hacia una futura nación democrática.
La dimisión del presidente egipcio contribuye 'un cambio histórico, un cambio en favor de la democracia', declaró por su parte el gobierno de Alemania, que se dijo dispuesto a ayudar a El Cairo como buen socio.
Dinamarca, a través de su Ministerio de Asuntos Exteriores, saludó la 'decisión justa' de Mubarak de abandonar el poder, en tanto que el presidente francés Nicolas Sarkozy rindió un homenaje a la 'decisión valiente y necesaria' del ex presidente egipcio.