Con el respaldo que existe para él desde el interior de la empresa, el presidente de Cruz Azul, Guillermo Álvarez, se siente tranquilo para afrontar el proceso que sigue el grupo disidente que busca quitarlo de su cargo. (El Universal)
La forma está por encima del fondo. Guillermo Álvarez, presidente de Cruz Azul, estuvo presente en las instalaciones de La Noria. El directivo afirmó que a estas alturas, con tantos años sin título, lo que interesa ahora es ganar como sea. “Eso es lo que me tiene que gustar, que el equipo gane. Puede agradar el estilo o no, pero lo que más satisface es el triunfo porque ése no requiere explicación”.
Aun así, exigió que “el equipo debe de mejorar en su accionar, ahora que regresaron los suspendidos [Chaco y Corona] y los lesionados se recuperan, como Vela y Droguett. Pero también vale mucho la banca. Ilusiona ver el nivel que traen los equipos en fuerzas básicas”.
Lo que sí pidió, “es no darse el lujo de escapar resultados. Ahora que la calificación es a tabla general, nadie puede darse el lujo de dejar puntos”.
Billy descartó que haya persecución contra su equipo de parte de la Disciplinaria. “Es verdad que otros equipos tienen éxito en sus gestiones y nosotros no. Lo mejor es buscar ganar y dejar pasar los errores arbitrales. Hoy, somos de los clubes más disciplinados del torneo”.
Si hay quejas, hay repercusiones, asegura: “No ayuda mucho. No hay que predisponer a los árbitros. ¿Persecución? Es una palabra dramática. Prefiero, como siempre he pedido, que el criterio arbitral se unifique, y estudiar los antecedentes del equipo al que van a sancionar”.
Sobre el caso de Edson Rivera, recomendó a los demás clubes, “estar atentos a la situación contractual de sus jugadores y más cuando van a torneos internacionales. Si no había contrato, el muchacho estaba en su derecho. Ahora hay más representantes que jugadores, los que sólo están al pendiente del futbolista, cuando comienza a destacar”.
