Sonrisas. Hugo Chávez (c), sonríe junto al director de la Orquesta juvenil Simón Bolívar, Gustavo Dudamel.
Unos 10 mil militares y policías se desplegaron ayer en Caracas, escenario este viernes y sábado de la cumbre fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), que reúne a una treintena de mandatarios.
Patrullas a pie, motorizadas y helitransportadas vigilan una ciudad donde las actividades del sector público han sido suspendidas y Caracas luce sin el ajetreo normal de un viernes en una gran capital.
El operativo de seguridad comenzó el pasado miércoles cuando empezaron a llegar al país los primeros mandatarios que participarán en la reunión cumbre que se efectuará hasta hoy sábado en el militar Fuerte Tiuna, en el noroeste de la ciudad.
La Celac conformará un bloque económico de 33 países que este año generará un Producto Interno Bruto (PIB) de cinco mil 212 billones de dólares, según cifras de la Cepal.
Pese a la seguridad, el grupo 'Jóvenes Indignados de Venezuela' programó para ayer viernes tres manifestaciones en diferentes puntos de la ciudad para protestar por la violencia que aqueja a Caracas y el gasto que el gobierno ha hecho en la cumbre. 'Están tratando de aparentar con los militares en la calle que Caracas es una ciudad segura, cuando no lo es, y que no hay problemas de tráfico, cuando esto es un desastre', dijo Deyanira Castellanos, vocera del grupo. Fuentes extraoficiales indican que en el país ocurrieron 48 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2010, y que Venezuela es considerada la nación más violenta de la región.
El Fuerte Tiuna, sede de la cumbre que verá el nacimiento del organismo que agrupará a 33 países de la región, es un búnker militar de cinco mil hectáreas que analistas locales consideran fue elegido para evitar manifestaciones contra el gobierno del presidente Hugo Chávez.