"La ley, sin la fuerza,
Es impotente."
Blaise Pascal
Ste 9 de noviembre se llevó a cabo uno de los cientos de bloqueos de vías de comunicación que se registran cada año en la ciudad de México. Éste lo llevaba a cabo la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) y afectaba dos avenidas importantes, el Eje Central y el Eje 4 Xola.
La diferencia en esta ocasión fue que la Policía capitalina, después de tratar de negociar, intervino y liberó las vialidades. La operación fue bastante limpia si consideramos lo difícil que es retirar de la vía pública a un grupo de manifestantes. El secretario general de ASPA, Fernando Perfecto, se quejó públicamente de la acción policial. A otros grupos sindicales, dijo, se les ha permitido hacer bloqueos peores e incluso a un grupo político (el de Andrés Manuel López Obrador) se le dejó mantener un bloqueo de seis semanas en el Paseo de la Reforma.
José Ángel Ávila, secretario de gobierno del Distrito Federal, explicaba ayer que la razón por la cual se decidió despejar el bloqueo de ASPA fue por la afectación vial, que fue mayúscula, pero sobre todo porque se estaba impidiendo la circulación del transporte público, el Metrobús y el trolebús, que no podían rodear el bloqueo. Al preguntarle si éste era el criterio que se aplicaría a partir de ahora, si se puede afectar a automovilistas, pero no al transporte público, él respondió que éste es uno de los factores que se toman en cuenta, pero otro es el número de personas en la manifestación, ya que la Policía determina si tiene la capacidad para actuar sin mayores problemas ante los manifestantes.
Esta "política" se antoja como una peligrosa combinación de factores discrecionales. Lo lógico sería tener una ley clara, válida para todos y que se aplicara con firmeza. Esto es lo que se hace en las ciudades realmente democráticas. En Nueva York o en Madrid, de hecho, no cualquiera puede plantarse en una calle y empezar una manifestación. Hay que obtener primero un permiso de la autoridad que autoriza ruta y tiempos. En la ciudad de México ese permiso previo no existe y quizá eso sea bueno. Pero lo que no es aceptable es que se permita a cualquier grupo bloquear calles.
La decisión de desalojar a los pilotos que bloqueaban dos ejes viales parecería indicar una nueva política en el gobierno del Distrito Federal. Hubo quienes pensaron que ya no se permitirían los bloqueos que hacen tan difícil la vida de los capitalinos. Las palabras del secretario de gobierno señalan que no es así. Las decisiones seguirán siendo discrecionales.
Los pilotos aviadores no pueden quejarse de falta de simpatía de un gobierno que ha apoyado, por ejemplo, las movilizaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas. El propio secretario Ávila me dijo ayer que el gobierno capitalino "simpatiza" con el movimiento de los pilotos aviadores. De hecho, el grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados ha propuesto que se designe una partida de 3 mil millones de pesos en el presupuesto de 2012 para rescatar a Mexicana de Aviación. Quizá el problema de los pilotos aviadores es que representan un número muy pequeño de votos en comparación con el Sindicato Mexicano de Electricistas u otros grupos cuyos bloqueos de vías de comunicación son tolerados o apoyados por el gobierno capitalino.
Lo justo sería tener un reglamento claro que se aplique a todos y que prohíba la violación de los derechos de terceros. Los ciudadanos no están pidiendo nada fuera de las posibilidades del gobierno de la ciudad de México. En todas las ciudades democráticas del mundo se permiten las manifestaciones, pero no los bloqueos de vialidades. Sería ideal que en la ciudad de México hubiera una política similar.
11.11.11
Hoy es el 11 del 11 del 11, el 11 de noviembre de 2011. No sé si esta fecha tenga algún sentido cabalístico. Me dicen que el mundo no se acabará sino hasta el 2012, según el ciclo maya. Pero de todas formas no puedo evitar recomendarle que se mueva con cuidado en este 11 del 11 del 11.
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