Ronaldinho y compañía vivieron un maratónico día en la Comarca Lagunera, desde su arribo por la madrugada hasta su ligera práctica que concluyó en plena puesta de sol.
Y es que en medio de un fuerte dispositivo de seguridad la selección brasileña de futbol llegó muy temprano a la región para su duelo del próximo martes en el Estadio Corona ante México.
Los amazónicos arribaron directos desde Costa Rica en vuelo charter que duró cuatro horas, donde el viernes con gol de su estrella Neymar derrotaron por la mínima diferencia a la selección tica.
La "canarinha" aterrizó a las 5:25 horas, luego de que el avión privado que los trajo desde San José estuvo sobrevolando por varios minutos la región, debido a que las operaciones en el Aeropuerto Internacional Francisco Sarabia de esta ciudad comienzan 30 minutos antes de las seis de la mañana.
Debido a la capacidad de la terminal aérea y que en esos momentos salen dos vuelos internacionales rumbo a Forth Wort y Houston, los trámites de migración en la aduana fue lento para los sudamericanos, que viajaron con una gran cantidad de cajas de utilería y de equipo médico.
Elementos federales realizaron una valla humana que iba desde la sala de espera hasta el camión que los condujo hasta su hotel localizado frente al Parque España. Toda la delegación brasileña vestida con playera amarilla y shorts verdes lucía cansada, luego del largo viaje desde Centroamérica
El entrenador de la verdeamarelha, Mano Menezes, fue de las primeras personas de la delegación visitante en aparecer junto a Neymar, ante decenas de curiosos que se acercaron para saber lo que sucedía, ante la presencia de los guardias y personal de seguridad.
De los primeros jugadores en abordar el autobús fue Fabio, el lateral del Manchester United, quien rengueaba de su pierna izquierda, producto de la intensidad del juego que tuvieron ante los centroamericanos.
También apareció Dani Alves, el lateral-volante del Barcelona, así como el espigado arquero del Inter de Milán, Julio César, quienes fueron presurosos en su recorrido. Quien salió sonriente fue Marcelo, el jugador del Real Madrid, quien no vio actividad contra los costarricenses.
En medio de una algarabía tremenda, hizo su aparición Ronaldinho, con su característica sonrisa, donde los aficionados le solicitaron el preciado autógrafo, pero el talentoso jugador, campeón del mundo con Brasil en el 2002, solamente gesticuló y saludó a sus admiradores.
Ya con la totalidad de jugadores, integrantes del cuerpo técnico y directivos de la Confederación Brasileña de Futbol (CBF), el camión, pintado en su totalidad en color amarillo, trasladó a la delegación carioca hasta su hotel.
Debido al cansancio de los jugadores cancelaron una rueda de prensa que tenían programada en su hotel de concentración, donde incluso Ronaldinho tuvo más tiempo de descanso y la comida la realizó en su propia habitación.
Sin su arquero Julio César, los brasileños entrenarán al filo de las 18:00 horas en el Estadio Corona, en una práctica que estará abierta al público, donde el acceso será para los abonados al Club Santos Laguna, así como para los poseedores de boletos para el choque del próximo martes.
La directiva lagunera informó que se respetarán las localidades de donde se tengan los boletos y abonos, no así los lugares, por lo que se recomienda llegar temprano para disfrutar el cierre de La Ola de la Alegría, en la explanada del TSM.
Los seleccionados brasileños realizaron ayer una práctica en el Parque España de Torreón. La delegación 'verdeama- relha' arribó la madrugada de ayer a esta ciudad. (Fotos de Jesús Galindo y Ramón Sotomayor C.)