Luto. Hans-Tore Bjerkaas, jefe de la cadena NRK, el príncipe heredero Haakon de Noruega, la princesa Astrid de Noruega y el obispo de Oslo, Christian Kvarme.
El autor confeso del doble atentado de Noruega, Anders Behring Breivik, planeó otros ataques con bomba contra el Palacio Real de Oslo y la sede del partido socialdemócrata del primer ministro Jens Stoltenberg, pero los desestimó por ser inviables.
Según informa hoy el popular diario "VG", que se remite a fuentes policiales, el fundamentalista cristiano y ultraderechista pretendía con ello atacar, por partida doble, la residencia oficial de la casa real, así como el partido socialdemócrata.
El propio Breivik habría explicado estos planes a la policía en su interrogatorio del viernes, que se prolongó durante más de diez horas y en el que el detenido dio amplia información sobre sus propósitos.
En la sesión, el autor de los atentados fue informado asimismo por primera vez del número de víctimas mortales de su doble atentado, un total de 77.
Según explicó a ese medio el abogado de Breivik, Geir Lippestad, su defendido no mostró la menor reacción a esas informaciones.
"No percibí ningún tipo de reacción. No vi ni una sonrisa ni signos de decepción", explicó el abogado, único contacto con el exterior de su defendido, que está en régimen de aislamiento total.
Lippestad ya avanzó ayer, en declaraciones a otro medio noruego, que su defendido había pretendido perpetrar otros ataques, pero que finalmente las cosas "no salieron como pensó".
Según afirman hoy varios medios noruegos, Breivik se resiste a que se le someta a los exámenes forenses psiquiátricos previstos para la próxima semana.
La policía subió ayer la cifra de víctimas a 77, ocho en el atentado con coche bomba de la capital y las restantes 69 en el ataque posterior a la vecina isla de Utøya.