Giovani dio una muestra de que ha recuperado su nivel, al anotarle en dos ocasiones a Nueva Zelanda. (El Universal)
Levantó los brazos al cielo, corrió feliz como el niño que reencuentra su principal tesoro... Se le hizo un nudo en la garganta. Giovani dos Santos lo advirtió hace algunos días: "Mi mejor futbol ha vuelto", diagnóstico que fue confirmado con el soberbio gol que finiquitó el partido ante la limitada selección de Nueva Zelanda (3-0).
El chico recuperó la magia a la hora cero, justo cuando el Tricolor más lo necesitaba. La tragedia vivida por Antonio Naelson "Sinha" pareció dejar sin cerebro al equipo dirigido por José Manuel de la Torre, a sólo unos días de comenzar la Copa de Oro, pero el habilidoso volante demostró que está listo para cumplir los anhelos que le acompañan desde hace más de un lustro, cuando guió al equipo nacional al título mundial Sub-17 en Perú.
Recibir confianza y minutos de juego en el Racing de Santander representó el bálsamo que tanto necesitaba. La picardía, desequilibrio y visión de juego están de vuelta, al igual que el liderazgo dentro del lienzo verde.
Fue el comandante que se requería para organizar un ataque caracterizado por el vértigo. Además de no desentonar con Andrés Guardado y Pablo Barrera, en cuanto a velocidad, Gio tuvo la claridad para desquiciar a la fuerte, pero desorganizada y lenta zaga oceánica. Se les ingenió para aparecer sin marca en zonas de peligro.
Antes de su primera anotación puso aquel milimétrico servicio a Aldo de Nigris, quien fue traicionado por la ansiedad. El '10' mexicano sonrió; sabía que lo mejor estaba por venir y emanaría de sus pies.
Comenzó su espectacular velada cuando fusiló a Glen Moss (21'), pero la obra maestra vino nueve minutos después, al desparramar al arquero neozelandés y hacer vibrar al Invesco Field.
Giovani también se cimbró. No anotaba con el Tricolor desde octubre del año pasado, cuando un misil lanzado desde su pierna izquierda rescató un sufrido empate contra Venezuela en Ciudad Juárez. La única ocasión que había hecho dos tantos con la casaca nacional fue el 24 de junio de 2009, también frente a la "Vinotinto".
La magia regresó. El "Chepo" no necesitaba ver más, así es que el genio de ébano fue uno de los cuatro hombres que fueron sustituidos para el arranque del segundo tiempo. Christian Bermúdez tomó su lugar. El problema es que al "Hobbit" le falta la potencia física que distingue a Dos Santos, cualidad que lo hace un futbolista único en México.
Además de construir, posee sangre fría en el área contraria. Su segundo gol fue una cátedra de definición hasta para Aldo de Nigris, quien también se sacudió la malaria antes del entretiempo (44').
El delantero del Monterrey acusó falta de contundencia, pese a marcar su segundo tanto con el Tricolor. Curiosamente, los dos fueron con el uniforme negro, atuendo con el que Giovani brilló más que nadie. Fulgurante estrella que ilumina el cielo de un conjunto que sueña con refrendar el título en la Copa de Oro, torneo al que De la Torre llega invicto (tres victorias y dos empates), aunque lo verdaderamente trascendental es que tiene la certeza de que uno de sus hechiceros recuperó la magia en el instante más oportuno.