Decenas de golfistas se dieron cita en el Campestre Gómez Palacio para tomar parte en este singular desafío, donde estaba en juego una jugosa bolsa en efectivo, así como un automóvil último modelo, el que finalmente se llevó un jugador del club anfitrión. (Fotografía de Jesús Galindo López)
Con el tiro del medio millón de pesos, se puso el cerrojazo final al XXXII Torneo de Golf de Semana Santa en el Campestre Gómez Palacio, en medio de un inmejorable ambiente.
El golfista local, Bruno Solís Martell, de la categoría AA, quien quedó tercero durante la tradicional competencia en el arranque de la Primavera, fue quien se llevó el automóvil último modelo que estaba en juego.
Todos los participantes en el torneo tenían derecho a un tiro de 150 yardas en el hoyo 18, donde el primero que embocara la pelota se llevaría la cantidad de 500 mil pesos en efectivo.
En caso que no se consiguiera este tiro de aproach, el premio sería a la mejor O'yes, la bola más cercana a la bandera, por lo que Solís Martell la dejó a una distancia de 39 centímetros, llevándose así el tercer carro del torneo.
Los dos primeros se entregaron el sábado por la noche, durante la ceremonia de premiación, correspondiendo el primero a José Luis Torres, del Campestre Montebello y participante en la categoría E, mientras que el segundo fue para Emilio Gutiérrez Álvarez de la categoría B y del club anfitrión.
El juvenil Camilo Mexsen Murra, de apenas 14 años de edad, fue el único jugador que consiguió el Hole in One, durante su segunda ronda en el hoyo 10, pero al ser jugador menor de edad y amateur, así como invitado en la categoría Campeonato, no pudo por reglamento, llevarse el automóvil a casa. A cambio, fue premiado por el comité organizador, por un iPad.
Desde las 10 de la mañana, los golfistas comenzaron a realizar su tiro millonario, siendo enumerados de acuerdo a su registro de inscripción para el Torneo de Semana Santa, que finalizó con el triunfo en la categoría Campeonato, del anfitrión Beto Castellanos.
Cada tiro extra tuvo un costo de 300 pesos, donde hubo jugadores que solicitaron comprar hasta cinco disparos, aunque no fue suficiente para embocar la pelota, ni acercarse lo suficiente al hoyo.
Fueron varias las personas que realizaron más de un disparo, entre los que figuran Jaime González Medina y Héctor Sifuentes Montelongo, sin el éxito deseado.
