Burocratismo detiene el desarrollo aeroespacial

Cada vez que una empresa mexicana desea integrarse a la industria aeroespacial, sin importar en qué parte del país se ubique, debe venir a la Ciudad de México para pedir autorización a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), dependencia encargada de otorgar los permisos, incluso si sólo es como proveedor.

Quienes inician su camino por el negocio aeroespacial aseguran que la centralización de algunas dependencias resta competitividad.

El año pasado, este sector generó ingresos por exportaciones con un valor de 3 mil 500 millones de dólares y en 2011 se podría alcanzar por lo menos la misma cifra, de acuerdo con la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia).

Soisa es una empresa que se transformó para entrar a la industria aeroespacial.

"Cada vez que queremos ampliar nuestro campo de acción o actualizar algún documento, debemos acudir a la Ciudad de México a la DGAC para hacer nuestros trámites.

"Para una empresa que va comenzando o que ya está instalada, la concentración en el DF de las dependencias de Gobierno encarece nuestra operación y debilita la competitividad que pudiéramos alcanzar porque a tu operación le tienes que añadir el costo de sacar un trámite en una ciudad distinta a la que radicas en la que hay que pagar transporte, alimentos y hospedaje", consideró Jesús Mesta, director general.

Hasta antes de que se generalizara el uso del Internet, una empresa tenía que venir dos o tres veces a la ciudad para concluir su trámite por la falta de un documento o firma. Ahora se permite el envío de los documentos para evitar el viaje, aunque el tiempo de respuesta no es inmediato.