Antonio Lomelín hijo sueña con seguir los pasos de su padre en el ruedo y asegura que su vocación taurina la trae en la sangre.
Antonio Lomelín hijo debutará como novillero en los ruedos mexicanos durante la próxima temporada del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, tomando parte en corridas mixtas que se desarrollarán en ruedos de diferentes ciudades del país.
Antonio, de apenas 18 años de vida, hijo menor del desaparecido matador acapulqueño, el maestro Antonio Lomelín, llegará a los ruedos aztecas, luego de permanecer dos años como alumno de la Escuela Arganda del Rey, propiedad de 'El Juli', donde logró desarrollar una personalidad y clase propia como torero, aunque con la influencia y el sello del matador Julián López.
De acuerdo a su apoderado en México, Jorge Canales, la idea es debutarlo como novillero de la mano del rejoneador navarro y posteriormente darle un fuerte impulso en diferentes plazas de México, para lo cual ya se cuenta con ofrecimientos para que sea parte de la Temporada Chica en Aguascalientes, que sin duda será un gran trampolín para él, que deberá aprovechar para tener más fogueo, antes de regresar a España, donde será apoderado por Casa Chopera.
Dijo el apoderado que el juvenil torero le fue recomendado y luego de platicar con él lo ha visto torear unas vaquillas, ante las cuales demostró tener una muy buena técnica española. "Lo veo muy bien, tiene clase de torero y una técnica española de gran calidad''.
MOTIVADO POR LA OPORTUNIDAD
El propio Antonio Lomelín Jr se dijo motivado por la oportunidad que tendrá de torear en los ruedos mexicanos ya en el nivel de novillero y aceptó el reto que ello representa, más aún por haber tenido una gran preparación en España y haber logrado ser considerado para integrar el equipo de Pablo Hermoso de Mendoza.
El juvenil becerrista, nacido en el Distrito Federal, registrado en la ciudad de Torreón, Coahuila, y radicado en Pachuca, Hidalgo, dejó en claro que no siente la obligación de seguir los pasos de su padre en los ruedos, sino que es algo que ya trae en la sangre, y es ese deseo por plantarse frente al toro.
"Obligado no me siento, pude haber dejado ahí el nombre de mi papá, intacto como él lo dejó y no haber querido ser torero, pero esto se lleva en la sangre".
Al hablar de las similitudes y diferencias entre el estilo de su padre y él, dijo: "Un sello que distinguió a mi padre fue la raza y las ganas de querer ser, de eso que no quede duda, yo también lo voy a expresar y lo voy hacer. Quienes lo vieron torear a él y posteriormente a mí, dicen que mi valor es distinto, que el mío es más frío, más seco y que mi papá era más bullidor".
Recordó que su padre fue toda una figura del toreo y que en su haber se cuentan dos Puertas Grandes en Las Ventas de Madrid, de ahí que él espere seguir sus pasos. "Vi el mosaico de los Toreros de Puerta Grande en Las Ventas, y si Dios quiere ahí estaré yo", dijo quien aún sueña con llegar a ser figura del toreo.