Educación. Escuelas del Distrito Federal han impartido clases a padres para combatir el acoso contra menores, mejor conocido como 'bullying'.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) recomendó a maestros y directores de escuelas primarias y secundarias públicas que los niños y jóvenes que son blanco del acoso o agresiones, mejor conocido como bullying, sean tratados como "testigos protegidos", para incentivar la denuncia de sus victimarios, señala la guía Para Educar y Proteger.
Dentro de las acciones del programa Escuela Segura, la SEP elaboró un par de guías en las que plantea alternativas para que papás y maestros enfrenten o eviten problemas como: violencia familiar, bullying, embarazos en adolescentes, abuso sexual, trastornos alimenticios, consumo de drogas o que los menores se involucren en el crimen.
Con las guías Para Educar y Proteger y ¿Cómo construir ambientes protectores?, la dependencia presenta una serie de acciones para enfrentar situaciones que define como "críticas" y de riesgo entre más de 24 millones de niños de primaria y secundaria.
La SEP insta a los padres de familia a evitar que los niños vean en su casa un elevado consumo de alcohol en fiestas familiares; que se haga apología de la cultura del narcotráfico en la vida cotidiana a través de la música; el fácil acceso a las drogas o la idea de que existen "drogas blandas", como la marihuana; así como la presencia sutil de insultos y burlas, la baja autoestima, ansiedad y disminución del rendimiento escolar.
A estos factores los define como de "riesgo" para que los niños se involucren en la violencia o la delincuencia.
En la guía para docentes Educar y Proteger. El trabajo docente en una Escuela Segura, la secretaría asegura que los maestros son un importante agente protector contra el consumo de drogas, los trastornos alimenticios, los embarazos no deseados, la violencia, el maltrato y los actos delictivos.
Mientras que en ¿Cómo construir ambientes protectores? Guía para las Familias, explica que generar ambientes de bienestar a los niños es responsabilidad no sólo de los padres, sino también de abuelos, tíos, hermanos mayores, pero de igual manera de actores presentes en espacios públicos como parques, centros comerciales o las iglesias.
A lo largo de tres bloques, el primer documento de 84 cuartillas propicia que los profesores realicen un diagnóstico de la situación que enfrentan en sus salones de clase con la idea de identificar los factores de riesgo en la familia.
También sugiere acciones para prevención, sobre cómo resolver y orientar a quienes enfrentan problemas de adicciones, a los niños y adolescentes que se han involucrado en el crimen, sufrieron abuso sexual, bullying escolar o tienen un embarazo no deseado, entre otros.
Frente a conductas de estudiantes o "amigos que rechazan estudiar, trabajar", que se han involucrado en actos delictivos y presenten una conducta antisocial, la guía propone que los menores se resistan "a la presión negativa", los invita a "confrontar a quienes los agreden y denunciar abusos".
En el bloque Mejor prevenir que lamentar, advierte que "el consumo y tráfico de sustancias adictivas es uno de los grandes riesgos que enfrentamos en México. Aunque los adolescentes son un grupo especialmente vulnerable que no se circunscribe al espacio escolar".
En el apartado relativo al "Consumo y tráfico de drogas", explica que éste es un "problema de salud pública que se vincula con problemas como la violencia, corrupción y la economía del crimen", por lo que recomienda que se tenga información preventiva, asesoría jurídica, psicológica y de rehabilitación para enfrentar esta situación.
CASOS CRÍTICOS El documento elaborado por la SEP establece algunas medidas a seguir en "casos críticos", cuando se detecta a niños o adolescentes que consumen alcohol, drogas o fuman, participan en actos delictivos, sufren violencia o su situación emocional los pone en riesgo.
Para cuando se detecta a consumidores de drogas o a quienes se han involucrado con el crimen, ambas guías proporcionan a maestros y padres de familia un listado de instituciones y teléfonos para saber a dónde canalizar a los estudiantes.
La orientación para las familias que se enfrentan ante embarazos no deseados, el documento sugiere que "no se les corra de la casa ni los obliguen a casarse. Ambas alternativas sólo agravan el problema y los coloca en un mayor riesgo"; les pide no recriminarlos; mientras que a los profesores les dice que deben "evitar la expulsión, el señalamiento y cualquier otra forma de exclusión".
La guía propone que se brinde apoyo a los adolescentes para que no pierdan clases, ni baje su rendimiento escolar.
Dentro de esos "casos críticos" ubica a quienes hostigan, intimidan, discriminan a sus compañeros, se burlan y les ponen apodos, golpean, esconden mochilas u obligan a otros a hacer cosas que no quieren, que han sido consideradas como causas de bullying.
Ante esas situaciones el documento también recomienda que se trate a las víctimas como "testigos protegidos", para que no tengan miedo de denunciar; se sugiere ubicar buzones de denuncia escolar y no minimizar el tema a que "los niños son crueles".
