El día después. Egipcios limpian la Plaza de la Liberación en El Cairo tras la renuncia de Hosni Mubarak. AP
En el inicio de una nueva era en Egipto, las Fuerzas Armadas intentaron calmar el temor de ciudadanos con la promesa de una transición pacífica hacia un gobierno civil, un día después de la renuncia del presidente Hosni Mubarak.
Mientras tanto, las labores de limpieza comenzaron en la Plaza de la Liberación (Tahrir) de El Cairo, escenario principal de las manifestaciones contra el régimen durante 18 días.
Todavía ayer continuaban las celebraciones por la caída de Mubarak, quien gobernó de manera autoritaria durante casi 30 años.
En un comunicado, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas anunció que "aspira a una transferencia pacífica del poder en el marco de un sistema democrático y libre que permita a un poder civil electo gobernar el país".
Sin embargo, los mandos militares no establecieron un calendario para la realización de elecciones.
Tampoco han comenzado negociaciones con líderes opositores, quienes pidieron a los militares levantar el estado de emergencia y liberar a presos políticos.
Los militares también anunciaron que respetarán todos los tratados internacionales firmados por el gobierno egipcio, incluyendo el acuerdo de paz con Israel de 1979, lo cual fue elogiado por el gobierno de ese país.
El Consejo de las Fuerzas Armadas también ratificó al actual gobierno nombrado por Mubarak para que se mantenga a cargo de los asuntos administrativos.
[INTERNACIONAL 10A]