Sigue búsqueda. La policía japonesa vestida con trajes de seguridad nuclear buscan víctimas del terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011, dentro de los 20 kilómetros de zona de evacuación alrededor de la planta nuclear de Fukushima en Japón.
El operador de la paralizada planta nuclear que libera radiación en el nororiente de Japón anunció ayer un plan que permitiría poner la crisis nuclear bajo control dentro de un periodo de seis a nueve meses y el regreso de algunos evacuados a sus hogares.
El plan gradual para terminar con los problemas en la planta Fukushima Dai-ichi, que fue presentado por el presidente de Tokyo Electric Power Co., Tsunehisa Katsumatan, en una conferencia de prensa, incluyó planes para cubrir los gastos en los dañados edificios del reactor para contener la radiación y eventualmente retirar el combustible nuclear.
"Sinceramente nos disculpamos por los problemas causados", dijo Katsumata. "Estamos haciendo nuestro máximo esfuerzo para evitar que la crisis empeore todavía más". Las frustraciones han aumentado por el fracaso de TEPCO en su intento por resolver la crisis nuclear a más de un mes de los catastróficos terremoto y maremoto que interrumpió la energía eléctrica y los sistemas de enfriamiento del complejo Fukushima Dai-ichi.
Katsumata, quien fuera criticado por los cuestionamientos sobre su responsabilidad administrativa, dijo a los reporteros que consideraba renunciar debido a la crisis nuclear.
"Me siento muy responsable". Katsumata dijo desconocer la fecha en que podrán volver a sus hogares las miles de personas que fueron obligadas a abandonar la zona cercana a la planta nuclear, pero el ministro de Comercio, Banri Kaieda, declaró que algunos podrán hacerlo dentro de seis o nueve meses.
CLINTON VISITA TOKIO
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Rodham Clinton, reiteró ayer el apoyo de Estados Unidos hacia Japón y dijo tener la confianza de que el país podrá recuperarse por completo tras el maremoto y el desastre nuclear.
"Estamos muy confiados en que Japón se recuperará y será un fuerte participante económico y global por años y décadas por venir", dijo Clinton al primer ministro japonés Naoto Kan durante una breve visita a Tokio que pretende levantar el ánimo al crucial aliado asiático de Estados Unidos.
Kan agradeció a Clinton por la ayuda del gobierno estadounidense ante la crisis causada por el terremoto del 11 de marzo de una magnitud de 9,0, que desató un maremoto masivo y afectó los sistemas eléctrico y de enfriamiento de una planta nuclear - la cual desde entonces libera radiación.
"Nunca lo olvidaremos y mantendremos en nuestra memoria que Estados Unidos nos brindó este generoso apoyo", dijo Kan.
Autopartes con necesidades
En los días que siguieron al terremoto y tsunami, Masahiko Horio sabía que tenía que volver a poner en funcionamiento su fábrica rápidamente. Los clientes lo pedían. Las órdenes acumuladas se multiplicaban. Los productos de zinc y aluminio que hacía su compañía, Horio Seisakusho Co., parecen insignificantes a primera vista. Pero los pequeños componentes de metal representan una fracción vital de miles de partes que se utilizan en un solo automóvil.
La cadena de suministro global que alimenta a los grandes fabricantes de autos -Toyota, Honda y General Motors- empieza en compañías sencillas como Horio Seisakusho. El reciente desastre que azotó Japón mostró que la falta de un pequeño eslabón en la cadena puede detener líneas de producción en todo el mundo.
La necesidad imperante de restaurar la producción normal está presionando a proveedores de pequeñas partes en el noreste de Japón, que deben mantener felices a sus clientes o enfrentar la posibilidad de perder sus negocios ante competidores locales o extranjeros. Compañías en Taiwán y el sureste de Asia ya experimentan un aumento en sus ventas debido a que los clientes buscan fuentes alternas de suministro. Los 54 empleados de Horio Seisakusho, situado en la golpeada ciudad de Ishinomaki, producen unos 600 diferentes productos electrónicos y autopartes, incluyendo componentes básicos para antenas de autos y sistemas de navegación. La fábrica no sufrió daños por el tsunami gracias a que está en una colina. Sin embargo, el terremoto y los cortes en la energía eléctrica detuvieron sus máquinas dos semanas.