La Procuraduría General de Justicia del estado de Guanajuato reveló que el 23 de marzo pasado, 17 jóvenes migrantes que salieron de Celaya en dos camiones foráneos, con otros pasajeros, desaparecieron en Tamaulipas al ser interceptados por un comando armado, por lo que podrían ser parte de los cadáveres encontrados en las fosas clandestinas del municipio de San Fernando. El titular de la Procuraduría, Carlos Zamarripa, explicó que según un testigo, de varios que presenciaron los hechos, los sujetos armados pidieron a los pasajeros que se identificaran, a algunos los dejaron permanecer en el camión y a otros les ordenaron que se bajaran, después las unidades siguieron su trayecto.
El fiscal informó que entre miércoles y jueves los familiares de los desaparecidos presentaron las denuncias.
Zamarripa dijo que el hallazgo en las fosas de San Fernando "presumiblemente, se cree que puede tener relación o vinculación de alguna manera” con los guanajuatenses.
Los 17 jóvenes eran parte de un grupo mayor de migrantes que partió de Celaya rumbo a la frontera de Tamaulipas con la aspiración de cruzar a Estados Unidos.
Datos oficiales del Gobierno del Estado revelan que seis grupos de migrantes guanajuatenses conformados por 43 personas han desaparecido en los últimos 18 meses en Tamaulipas en su ruta a la Unión Americana, por lo que solicitó al Gobierno de esa entidad apoyo para verificar los cuerpos de las fosas de San Fernando que podrían corresponder a alguno de ellos.
La Secretaría de Desarrollo Social y Humano y la Procuraduría de Justicia de esta entidad han recibido el clamor de auxilio de los familiares de los migrantes, a quienes les perdieron la pista al llegar a Tamaulipas y han formulado denuncias penales por la desaparición en algunos casos, advirtiendo que pudieron ser víctimas del crimen organizado.
El Secretario de Desarrollo Social, Miguel Márquez, reveló en mayo pasado que familiares de los desaparecidos denunciaron ante el consulado de Dallas, Texas, que algunos de esos migrantes fueron secuestrados por delincuentes para quitarles el dinero que llevaban o extorsionar a sus familiares. Las víctimas son originarias de los municipios de San Diego de la Unión (8), San Luis de la Paz (6), San Felipe (8) y Comonfort (4), Celaya, Irapuato, Salvatierra y Valle de Santiago (17).
En el segundo semestre de 2010, en la entidad fronteriza desaparecieron ocho migrantes de San Felipe y cuatro de Comonfort.
En marzo de 2010 salieron de San Diego de la Unión Miguel Balderas Pérez, de 27 años, Mauricio Rodríguez González de 29 años, Juan Balderas Tapia de 20 años, José Luis Balderas Hernández de 30 años, Jesús Humberto Cantero de 18 años, Javier García Campos, de 31 años, Felipe de Jesús Tapia de 24 años y Jaime, un menor, pero al llegar a Tamaulipas no se volvió a tener noticia de ellos.
En septiembre de 2009, desaparecieron seis migrantes procedentes de San Luis de la Paz, en zona fronteriza: los hermanos Juana, Ezequiel y Guillermo Vega Enhorabuena, de 21, 24 y 38 años, María del Refugio Vega Peinado, de 26 años, Martha Torres Arredondo de 26 años y Adela Torres Orta de 35 años.
En todos los casos los familiares han denunciado las desapariciones de sus seres queridos ante las autoridades de Guanajuato y de Tamaulipas y varios de ellos han viajado a aquella entidad a buscarlos en hospitales y en las prisiones, por lo que en las siguientes horas podrían partir hacia aquella demarcación a la identificación de las víctimas, una vez que la fiscalía arroje resultados de las investigaciones forenses de los cuerpos.
